Sin encontrarnos quizás ante una de las obras cumbres de su director, Howard Hawks, sin lugar a dudas estamos ante un film más que notable, de ritmo extraordinario, y gran ambientación y tratamiento de personajes.

El peso del film recae sobre una gran Miriam Hopkins, llena de personalidad y carácter, en un entorno hostil y salvaje en el que sobrevive con dignidad. Hay personajes despiadados, y la ley brilla por su ausencia (a veces me recuerda a partes de "El hombre que mató a Liberty Valance").

Quizás su parte final no soporte del todo bien el paso del tiempo, el enamoramiento de la protagonista con Joel McCrea resulta en exceso onírico e irreal, y la última decisión de Edward G. Robinson parece más una forma de cerrar la película que una consecuencia clara de la historia y la evolución de los personajes.

En cualquier caso film más que estimable, muy bien hecho, lleno de ritmo, buenos personajes y estupendas situaciones cargadas de tensión y drama.

Poco antes de iniciar su carrera en mayúsculas con "A bout le souffle", entre 1954 y 1959 Godard realiza, acompañado por sus compañeros de Cahiers du Cinema, alguna película documental y cortometrajes, entre los que se encuentra esta pieza.

En este sencillo divertimento, Godard cuenta con el guion de Eric Rohmer, que narra la historia de dos amigas (Collete y Berger) seducidas casi al unísono y sin saberlo por el mismo hombre (Jean Claude Brialy). El estilo es ligero, desenfadado y muy fresco, con un tono de inmediatez muy similar al de A bout le souffle y un protagonista muy similar al Belmondo del primer largo de Godard.

En cualquier caso, cuesta saber quien es más autor de este film, ya que si bien el estilo de Godard se va intuyendo, el toque de Rohmer también es muy nítido, y el tipo de historia es muy suya (de ahí lo de Godmer).

No obstante, toda una pieza de interés, antesala de la gran explosión de la Nouvelle Vague, e impregnada de su espíritu, protagonizada por el muy prolífico Brially, con la tristemente fallecida con apenas 32 años Nicole Berger, que trabajaría en "Tirad sobre el pianista" de Truffaut, y Anne Collete que tiene en su haber la carrera más extraña de la historia del cine, sólo 2 películas reseñables, la primera de Goddard (esta) y la primera de Scorsese ("Quien llama a mi puerta").

Curiosidad cinéfila.

Nos encontramos ante una película de cinéfilo empedernido, que constituye un canon, una referencia a valorar dentro de la amplia historia del cine, un film dividido en 10 episodios que narra la historia de una banda criminal, los vampiros, enfrentada a otras bandas, a la policía y a un periodista y su escudero salvador.

El año de realización de estos 10 capítulos, quizás sorprenda al decir que aquí vemos escalar edificios, recorrer el techo de trenes en marcha, persecuciones de coches, saltos desde ventanas, multiplicidad de escenarios interiores y exteriores, hipnotismo, giros redicales en la trama, vampiresas, trenes que pasan por encima de actores, sadismo, violencia, ... pero es así, todo esto y más pasa en un film precursor dinámico, y en sus últimos capítulos especialmente trepidante.

Película inspiradora de otros directores, y revisitada aun en la actualidad (en 1996 el director Olivier Assayas realiza una película que retoma este serial y que titula como la protagonista del film "Irma Vep"), marca un hito sorprendente y exhuberante en una arte que empezaba a dar sus primeros pasos.

Como todo el cine de esta época, su contemplación a veces resulta complicada, y ojos y mentes deben estar muy abiertos a lo que aparece, aunque me parece que el conjunto no soporta mal del todo el paso del tiempo.

Respecto al personaje de Irma Vep, es una mujer prototipo de lo que serán en el futuro muchos roles femeninos, desinhibida, mala, seductora, ... una vampiresa encarnada por una mujer Musidora que a este rol, también añade el de haber sido directora, productora, guionista, escritora, ... es decir, volvemos a la modernidad.

Pd: He visto esta película a traves de la web archive.org, que permite ver tanto este film como otros muchos de dominio público.

Creo que lo único imperdonable que no le puede pasar a una película, en general, pero en particular si se trata de una comedia, es el aburrimiento, sentimiento este que desde el punto de vista cinematográfico pondero en base al número de veces que miro mi reloj, y que en este caso fueron bastantes.

Fernández Armero tuvo su momento, ya destacó su primer corto "El columpio", y tuvo su punto en un contexto determinado con "Todo es mentira", con ese toque de comedia madrileña, bohemia, con el punto atractivo por historia y personajes para los que estábamos en un momento determinado de la vida en aquella época. Luego se diluyó, tomo otros caminos y acabó haciendo tele, y ahora se nos descuelga con este quiero y no puedo de volver a sus orígenes.

Lo peor del film es que vemos lo que quiere ser, pero claramente no lo es. Reconozco que tiene alguna cosa interesante y de concepto, sin resultar apasionante, por manida, puede no estar mal, pero la cuestión es que todo acaba naufragando, no hace ninguna gracia, y tan solo sueltas alguna sonrisita ante situaciones con las que puedes identificarte pero que ya han sido explotadas con anterioridad en la gran pantalla.

Intranscendente, aburridilla, desde el punto de vista actoral sólo funciona plenamente Inma Cuesta, y un poco Candela Peña, y lo dicho, totalmente olvidable.

Impresionante fresco familiar de una familia mas o menos acomodada durante el antes, durante y después de la guerra civil. No vemos la guerra pero sentimos como golpea en el universo interior de una familia cuyas ilusiones, esperanzas y anhelos quedan en la mayor de las incertidumbres. Excelente su realismo, y por destacar a uno de sus actores, reseñar la fantástica interpretación de Agustín González.