En esta película vamos viendo el terror desde dos líneas temporales. Si divido el film diria que es lento y cuesta arriba su primera parte, para que a continuación la mezcla de gore, sectas, presencias extrañas, etc. lo hagan mejorar. En conclusión, no vi nada nuevo, resaltando solamente la generosa sangre que es derramada, y casi más nada.

De primera van a notar que la película tiene un discurso religioso muy tradicional. Si bien hay muchísimo diálogo, tanto las críticas como las ideas las plantea de una forma muy sutil. Pero más allá del subtexto o de las ideas que tenían sus creadores me parece que entretiene y les funcionó. Y recuerden: todo esto sucede simplemente con solo dos actores conversando. Como en muchas otras, aquí habrá gente que la aplauda y otra que la odien.
La trama es clásica, lineal, que todos podemos entender al igual que el conflicto que se presenta. Éste siempre planteado desde una mirada moral y religiosa.
Hago un giro para destacar el trabajo SORPRENDENTE del actor Sean Patrick Flanery (lo escribo de pie).
Para finalizar: lo más importante de la película son las actuaciones. Tiene un ritmo dinámico que la hace interesante, aunque la acción del final no me convenció. Funciona bien y no es fácil mantener el suspenso con solo una conversación.

En líneas generales la propuesta de Jaula es buena. El filme avanza con sobriedad, acompañado de un estilo visual acertado, acorde. Incluído su guión, todo encaja muy justito, como el suspenso que va en aumento y un giro interesante. Un thriller muy medido y que puede gustar. No tengo más que agregar y le doy una puntuación de 5 que sería virtualmente 5.5.

Con esta película quedé en medio de un balance con tanta cantidad de elementos buenos como malos. Sale bien parada en que el personaje principal no cae en tópicos. Es muy sutil en como va llevando la trama. Pero, un final predecible resta en el hasta ese momento bastante buen guión.

Es una película donde encontré reminiscencias de otras muy influyentes dentro del terror moderno. Pero casi más nada. La fotografía está a un gran nivel, pero lo malo es que no logra profundizar en los personajes y todo se vuelve denso y repetitivo. Esta irregularidad para mí le quita puntos, porque es una buena historia cargada de violencia y tiene dos protagonistas que están a la altura.