Una película escrita y dirigida por Sam Mendes, editada por Lee Smith, siendo el director de fotografía el gran Roger Deakins, música compuesta por el dúo magistral Reznor y Ross y un elenco encabezado por la siempre increíble Olivia Colman. Con tanto talento reunido en un equipo el resultado no podía ser otra cosa que un grandísimo trabajo y eso es exactamente lo que tenemos aquí.
Una brillante doble historia de amor. Amor por nuestros compañeros de vida, amor por el cine.
Pero es eso y mucho más. Es la dura búsqueda de nuestros sueños, los defectos de nuestra sociedad, la relación con nuestros padres. Todo eso es lo que deja una marca permanente en nosotros, lo que nos hace quiénes somos.
Pero al final no somos más que nuestras acciones, y ahí tenemos un abanico amplísimo de posibilidades, tenemos que hacer que cada una de ellas cuente.
La película es una delicia visual de principio a fin. Cada plano está magistralmente diseñado por Mendes y Deakins los convierte directamente en arte. Evidentemente no es una producción ni una historia que visualmente puedan impactar tanto como las tremendas cotas que ambos alcanzaron en '1917' pero aun así es tremendamente disfrutable.
Todos los actores están genial, nos encontramos a ya míticos actores británicos como Colín Firth y Toby Jones y a un gran Michael Ward. Olivia Colman está a un nivel sobresaliente, igual que en todos sus últimos trabajos.
Una pena que haya pasado tan desapercibida. Cierto es que el nivel que hemos tenido en 2022 ha sido tremendo, así que no lo tenía fácil.

Parece ser que las películas sobre estafas no han evolucionado absolutamente nada durante las últimas décadas, por lo que se ve.
A los veinte o treinta minutos de película ya sabes cómo va a terminar. Al menos en esta se puede decir que más o menos el camino hasta ese final es disfrutable.
La fotografía es muy buena, la música está genial, Julianne Moore es una leyenda y Sebastian Stan lo hace genial. La pena es no haber entendido ni una sola palabra a Justice Smith en toda la película. Es el Mario Casas de Hollywood.

A ver si es verdad que es su último baile porque de donde no hay, no se puede sacar.
Buena banda sonora. Destaco el tema de David Holmes - It's Over, If We Run Out Of Love (ft. Raven Violet).
A partir de ahí, solo decir que es con diferencia la más aburrida de la trilogía, y eso que la segunda ya fue un bajonazo tremendo respecto a la primera, que es claramente la mejor.
Esta solo supera a XXL en fotografía y poco más, ahí sí que se nota la mano de Soderbergh, que es un crack y hasta con un iPhone te rueda una peli (literal).
Y desde aquí reivindicar Kimi (2022), que me parece una muy buena película que se sacó de la manga el año pasado pero con el nivel que hubo pasó muy desapercibida, aparte de que salió a principios de año, que eso siempre perjudica.

Decir que vi esta película justo después de haber cenado algo no particularmente sano y no me había sentido tan mal en mi vida.
Y tras la parte inmadura de la crítica vamos a lo importante.
Es una historia superemocionante, que te deja al borde de las lágrimas en más de una ocasión. Me parece que está escrita de una manera muy agradecida, sin grandes aspavientos digamos. Aquí hay que dar la enhorabuena a Simon Hunter, en cuya obra se basa y quien personalmente adaptó la historia para la gran pantalla.
Pulgar arriba también para Rob Simonsen, encargado de componer la música. Durante casi toda la película está presente de manera bastante sutil, pero cuando se tiene que poner intensa, sobre todo en un par de escenas muy potentes, lo hace y además alcanza un nivel muy alto de intensidad.
En cuanto a los actores, nada que no se haya dicho ya. Brendan Fraser está maravilloso en cada frase, cada mirada y cada gesto. Increíble trabajo y seguramente el mejor del año junto con Austin Butler en Elvis. Y Sadie Sink me ha dejado sin palabras; no me esperaba que pudiera aguantarle el tipo a Fraser siendo tan joven y vaya si lo hace. Parece que si sabe elegir bien sus próximos trabajos le espera un futuro brillantísimo.
Y por último, mención aparte para Darren Aronofsky. Es uno de mis directores favoritos así que no voy a ser muy imparcial aquí. Me parece una de las mejores películas de 2022, que a su vez creo que es uno de los mejores años de cine de los últimos 3 o 4, así que palabras mayores. El amigo Darren tiene un talento extraordinario para contar este tipo de historias inusuales, especiales, raras... llámenlo como quieran. Incluso sus pelis menos queridas me parece que están bastante por encima de la media, así que poco más que añadir. En todo caso, que no nos tenga otros 5 años esperando a su próximo proyecto. La vida es corta, Darren, no nos hagas eso.

¡Qué obra maestra!
Cada secuencia es necesaria. Ninguna línea de diálogo, escena o plano debería haber sido eliminada, modificada o rodada de otra manera. Todo es simplemente perfecto.
Todos los actores lo hacen a la perfección. Cada personaje es fantástico. Todos ellos tienen su momento para brillar y lo aprovechan.
Chazelle es un grandísimo director. Diseña cada escena de tal manera que no podría hacerse mejor. Toda su filmografía es absolutamente brillante. Mueve la cámara de una manera única ya desde Whiplash y ha ido adaptando su estilo en todas sus siguientes películas y es absolutamente maravilloso. Se nota lo mucho que aprecia la música, lo mucho que ama el jazz y cómo no duda en dejárnoslo claro a los espectadores y dejarnos ser parte de su pasión. Trata la música como cualquier otro personaje, dejándole suficiente espacio en el plano y en la historia.
En cuanto a los actores, Margot Robbie está inmensa, Diego Calva está genial, Brad Pitt repite todos sus movimientos clásicos al señalar con el dedo o al hablar por teléfono y Jean Smart está sobresaliente. Mención especial para Tobey Maguire, solo aparece en una escena y se lleva por completo el show (y menuda escena, por cierto).
Le doy cinco estrellas no solo porque realmente creo que se lo merece, sino porque creo que tenemos la responsabilidad de hacerles saber a los estudios que queremos que sigan financiando estos proyectos locos, con un presupuesto enorme y géneros, historias e incluso duración nada comerciales (aunque con un elenco sí muy comercial), cero posibilidades de ser rentable y un millón de posibilidades de fracasar, pero mientras la calidad de la historia sea tan buena y las personas responsables de ella trabajen a este nivel, deben darse cuenta de que vale la pena.
La secuencia final, por cierto, me dio ganas de ponerme de pie y aplaudir y gritar y llorar hasta el final de los tiempos. Me encantan las películas y claramente a Chazelle también (y supongo que ahí es donde terminan nuestras similitudes, porque menudo genio).