Una completa alucinación audiovisual. The Archers (Powell & Pressburger) logran introducir al espectador en el mismo viaje que esta teniendo Hoffman luego de ingerir grandes cantidades de alcohol y quizás alguna sustancia más en el bar.
Es verdaderamente un estimulante de los sentidos, la adaptación de la ópera resulta tan bien confeccionada que mi padre al término del primer acto estuvo a punto de aplaudir como si estuviese en el teatro. Sin dudas grandes musicales posteriores han sacado más de un "pique" de esta cinta con soberbios bailarines, buenos juegos de profundidades con los planos y hasta nada despreciables efectos especiales para la época.

Empieza bien arriba, aunque en el medio se estanca y hasta se vuelve densa. Por suerte repunta en el final.

No recuerdo si alguna vez me pasó algo similar al salir de un cine... Acababa de presenciar una de las más fuertes discordancias vivida dentro de una sala.
De principio a fin la película fue una interminable cinchada entre dos bandos:

Por un lado: la magistral dirección y conjunción de efectos audiovisuales, fotografía y edición de sonido,que si no se vive en el cine, se pierde demasiado de lo que González Iñárritu intenta transmitir. Todo resulta una maravillosa composición, cada escena y cada toma intenta "auto-inmortalizarse". Muchas lo logran.

Del otro lado: el guión, la estructura de la historia. Carente de prácticamente todo, como sorpresa, originalidad, expectativa. Pero al mismo tiempo cuenta con todo lo necesario para atrapar a la masa, enfrentamientos, algún drama familiar y el toque que no puede faltar: el de la venganza.

Párrafo aparte para Leonardo Di Caprio. El "comodín" de la película que jugó para ambos lados, por momentos acompañando la infalibilidad audiovisual y en otros, inmerso en el gran agujero argumental.

Parece como que un "asesor de imagen" del director le haya advertido o aconsejado que haga del guión algo "tragable" para la mayoría, no muy jugado para que no sea un plomo.

Chispazos con Spoiler.

Al fin le brindaron la oportunidad al magnífico Cranston de competir por el Oscar a mejor actor. Era algo doloroso verlo hacer papeles de segunda mano y apariciones ínfimas sin repercusión como por ejemplo en Godzilla. Aunque en Rescatando al Soldado Ryan y sobretodo en Argo su rol adquiere más importancia.

No sería muy descabellado que se haga con el premio de la Academia, es que la película es él casi en su totalidad. Claro que ésto no es cualidad suficiente para ganar el premio. Es él y lo es en forma espléndida; su actuación transcurre por un tobogán de emociones: vemos a un Trumbo violento, artero, cariñoso y familiar, cómico, arrogante, irónico y hasta capitalista confeso dentro de su comunismo. La otra parte de actuación se la reparten entre Mirren y el siempre dispuesto a hacernos esbozar una sonrisa John Goodman. Que por cierto, parece no envejecer (aunque sí subir de peso) desde los Picapiedra.

Cinematograficamente hablando, la película quizás queda por el camino de lo que uno espera, aunque no molesta demasiado, ya que ilustra una época de Hollywood algo opaca y gris que seguramente muchos (como yo) desconocían.

Conjuntamente, para bien o mal, es una sólida producción que logra iluminarnos.

Por suerte en Uruguay existe un archivo cinematográfico impresionante, con todo lo que uno pueda imaginar. Ese archivo se llama CINEMATECA, que cuenta con cuatro salas de cine, de las de antes, de las buenas de verdad, sin Dolby, sin pop ni refresco. Cine hecho y derecho, donde uno es capaz de disfrutar una película en completo silencio de principio a fin.

En éste cine fui a ver hace unos pocos días Scarface (1932), la oportunidad de ver una película del año en cuestión en el cine es incomparable. Una maravillosa puesta en escena y narrativa audiovisual que cuenta, critíca y por momentos satiriza la dura época real de gángsters que vivió Estados Unidos en la época de filmación.

Acertada actuación del seis veces nominado al Oscar como mejor actor, Paul Muni. Se roba literalmente la película en un sube y baja de emociones y sentimientos perfectamente expresados.
Claro, lo mismo ocurre con Al Pacino en la versión de Brian de Palma de la que una vez leí y comparto 100%:
"El doble de larga, la mitad de eficaz".

Que satisfacción da "descubrir" estas películas. Realmente salí del cine muy satisfecho y pensando que muchas, pero muchas películas de gángsters/mafiosos como El Padrino, Buenos Muchachos, Carlito's Way y obviamente Scaface (1983) han sacado su parte de ésta maravillosa obra de arte.

Gracias Cinemateca.

Típica y predecible película con reparto repetido en conjunto, cosa que creo que debería estar prohibida.
Trama predecible en donde todo lo que le puede ocurrir a la protagonista, le ocurre. Lo único rescatable es algún juego de cámara y planos.

En ningún momento consigió transmitirme el papel de "padrina" la ganadora del Oscar Lawrence. Que seamos realistas, lo ganó porque las otras candidatas eran flojísimas. Porque esta actriz esta a muchísima distancia de memorables papeles protagónicos femeninos. No convence y sobreactúa.

Como todas las películas de Russell, ésta también me dejó con gusto a poco.