Antes de comenzar a ver la serie decidí leer primero el libro de Nacho Carretero. El libro no es una novela. En él se detalla la forma en que se forjó el narcotráfico en Galicia. Me recordó al libro Gomorra de Roberto Saviano. Lo primero que uno piensa, con asombro, es que lo se relata no sucedió en Colombia ni en Sicilia, sino en España. Hacer una serie sobre el narcotráfico gallego no es nada fácil. Lo primero es transmitir credibilidad porque es una realidad que nos resulta cercana. La historia, basada en hechos reales, está descrita en multitud de documentos gráficos de la época, pero hay que dar vida a los personajes. Es fácil caer en estereotipos. Pues todo un acierto, tanto la elección de actores como el ritmo ,ágil y entretenido, que desarrolla la historia. Enhorabuena a los directores y espero que sea un éxito. La recomiendo.

La verdad es que me resistía a verla. Me llamaba la atención que tenía unas críticas muy buenas y ninguna mala. Cuesta un poco engancharse. Hasta que llegué al capítulo 6. Si lo ven sabrán por qué. Una obra maestra. Ya me considero un nuevo fan de la serie y animo a todo el mundo a intentar verla y llegar, por lo menos, al capítulo 6.

Acabo de ver el segundo capítulo. Serie mediocre. Me he aburrido. Sin ritmo, sin guión, sin actores , sin alma. No es una película de suspense. Alberto Roguiguez es un buen director de cine ( Grupo 7, La isla mínima, El hombre de las 1000 caras). y esta serie no está a la altura de sus últimas películas.

He visto las dos películas. Tadeo tiene un presupuesto de 9 millones de euros y Coco de mas de 150 millones de dólares. Con Coco, salvo en momentos puntuales, me aburrí bastante. En cambio con Tadeo me divertí mucho. Los cinco primero minutos de Tadeo son espectaculares y la trama se sigue con interés. En Coco lo único interesante es el giro inesperado del guión que no voy a desvelar, por lo demás un derroche innecesario de recursos.

No he podido con el primer capítulo. Probablemente porque no aporta nada original, se inspira en otras series. Ya le gustaría parecerse y tener la frescura de Stranger Things o la última temporada de Fargo. Además las series dramáticas basadas en conflictos familiares son pesadas y me aburren. Parece que con la moda de las series todo el mundo se anima a probar suerte.