Entretenida película carcelaria basada en una historia real. Merece la pena, pero mejoraría si recortara algo el metraje y profundizara en la relación con algunos secundarios.

Buena actuación del protagonista y funciona correctamente en su conjunto gracias a la mezcla Tailandesa de drogas, muay thai, cárcel y ladyboys, que le da un punto exótico a pesar de ser una historia ya vista y a la que le falta profundidad.

La historia avanza en dos direcciones, la de la supervivencia en un entorno muy complicado y la dura lucha interna del protagonista para evitar ser engullido por su naturaleza autodestructiva.

As boas maneiras está bien, va de más a menos, me ha sorprendido especialmente su primera parte donde la mezcla de géneros funciona y resulta creíble, pierde fuerza en su tramo final más explícito y demasiado largo.

La mezcla de critica social, miedos, maternidad dentro de un genero fantástico funciona perfectamente gracias a las interpretaciones de las dos protagonistas, especialmente de Isabél Zuaa. En esa primera hora logra un nivel notable y, a pesar de que arriesga en determinados momentos, no pierde fuerza.

En la segunda parte tiende más hacia la serie B y pierde parte de la credibilidad que se gana a pulso en el inicio. Con 30 minutos menos, de ese tramo final, la película resultaría notable. Es una pena que deje una sensación de oportunidad perdida.

El conjunto no es tan bueno como podría ser pero merece la pena.

Kitano cierra la trilogía siguiendo la estela que marcó en Outrage y Outrage Beyond.

En Coda nos ofrece más de lo mismo, pero sin llegar al nivel que logró en la segunda parte. Las discusiones entre yakuzas resultan menos creíbles, la trama tiene demasiados giros y algunas escenas violentas no acaban de funcionar del todo.

No llega al nivel esperado pero aún así merece la pena verla, especialmente si has visto las dos anteriores.

Película que parte de una buena idea, ya vista, que puede llegar a funcionar pero que a medida que avanza se pierde.

Empieza como una historia post-apocalíptica con un toque de terror, a la que intenta darle profundidad añadiendo carga dramática mediante flashbacks. Estos cada vez resultan más forzados para intentar ir cuadrando la trama y acaba con un final vergonzoso.

El problema es que en la parte de acción-terror no logra crear la tensión necesaria ni mantenerla a lo largo del metraje y en la parte dramática va clarísimamente de más a menos y tampoco parte de un nivel demasiado alto, con lo que va perdiendo fuerza y acaba de hundirse en el tramo final, destrozando lo poco que se podía salvar.

Baena ha cogido unos cuantos gags, los ha alargado hasta 90 minutos y dice que ha hecho una película. Lo peor es que no llega a ser gamberra y muchas escenas son bastante flojas.

La historia principal no tiene demasiada importancia, sólo sirve para tener un hilo conductor del conjunto de chistes de monjas y escenas relacionadas con el sexo que no incomodan y son poco originales.

Una película olvidable.