La cinta es predecible y tira de los argumentos de siempre, no sabe encajar bien toda la trama y deja que la película se comporte como una tranquila "comedia" con una pincelada de romanticismo metida con brocha.

No debes esperar un Love Actually, sino una película romántica que tira con lo justito para resultar agradable.

Sin duda, está muy bien para verla en navidad cuando ya has visto todas las comedias románticas del mundo.

Me parece una película genial para quien sepa sacarle el gusto. Es una comedia desenfadada que solo busca hacer reír, y para ello se vale de todo: de sus actores, de tópicos, y de risa fácil (que no estúpida).

No esperes el mejor argumento ni las mejores escenas, pues el argumento es sólido y las escenas están bastante bien (aunque alguna roce demasiado la ficción).

Hay que entender lo que es: un Spin-off sobre una desmesurada saga de pelis de acción y coches.

No esperes más que reírte de la complicidad cómica de los protagonistas y pasar un rato entretenido, así la valoraras mucho más

No llena, no te capta por completo, se deja llevar con un argumento flojo y destellos que saltan de escena en escena. El hilo conductor del thriller no está mal, pero no te impregna del hermetismo que presenta la película.

Tiene picos muy buenos, pero no compensa con el resto de la cinta.

Es una pena no poder disfrutar de Tosar al completo en esta película que, para mi gusto, desaprovecha todo lo que el actor tiene para dar.

Vale la pena sumergirse en algunas secuencias de saltos temporales, que son la verdadera pureza de la cinta.

El antihéroe americano, la historia de la fina línea que distingue a los buenos de los malos.

Clint cuenta está historia real (bastante fiel, supuestamente) sobre el héroe de un atentado en los juegos olímpicos de Atlanta, y la historia funciona. Puede resultar demasiado larga y lenta en en algunas ocasiones, pero se ha disfrutar.

Las interpretaciones son muy buenas y te hacen meterte en ese ambiente que solo Clint sabe crear. El resultado final es una cinta con un poco de todo y no demasiado de nada, una cinta para ver una vez y disfrutar.

Tiene su punto, genera un ambiente tenso en varias ocasiones, a través de elementos básicos y predecibles.

El resultado es una cinta que podría estar mejor, pero que se salva con sus toques de sustos (eso es inevitable) y te hace olvidar ese argumento básico y predecible que desenvuelve la historia.

Pintó explota (como puede supongo) esta historia de miedo madrileña en la que una familia las pasa canutas (para variar en este género) y se deben enfrentar al miedo.

Es un quiero y no puedo, que solo vale para amantes del género o gente con tiempo libre.