Tic, tac un niño se ha encerrado en una caja fuerte. Tic, tac los padres del niño y los empleados del banco buscan ayuda a unos cerrajeros. Tic, tac los cerrajeros trabajan a destajo para sacar al niño de la caja fuerte. Tic, tac el oxígeno se acaba en la caja fuerte. Tic, tac. Tic, tac, tic, tac, tic, tac y este cuento se ha acabado.

En las listas de películas sobre juicios se olvidará ésta por muchos motivos y uno será que el nota canoso y el nota del director más aclamado de la ciencia ficción no son merecedores a que se les tenga en cuenta, pero los brazos de la justicia son alargados y si hubiera justicia cinéfila en este cutre mundo de adoradores de borregos se debería decir que Jeff Chandler estaría en el más alto escalón de los oradores de juicios. Pensar que con semejante discurso el nota canoso debería haber tenido una carrera en el cine más exitosa pero los caminos de la suerte es así. No busquen mejor y más sobrecogedor discurso de un nota en un juicio y dicho nota fue el canoso Jeff Chandler. Desde hoy Jeff tendrás todo mi respeto cinéfilo que no es cualquier cosa. Y sobre la película, un pelotazo de Jack Arnold que en 1957 estaba de dulce.