La verdad es que ya me temía más o menos lo que iba a ver, pero nunca imaginé que fuese a costarme tanto digerirlo. La película gira alrededor de una pandilla de panolis con tacones y capas de domador de circo que luchan contra unos vampiros descafeinados, a causa de una copa de mierda que ya ni me acuerdo para que coño servía. Está totalmente inspirada en la ya irritante pucherada juvenil de "Crepúsculo", sólo que aquí los "protas" son una cría que acaba de tener su primera menstruación y un karateca con espinillas cuya misión es proteger a los humanos de no se qué nocturnos... Lo absurdo de la historia y sus catatónicos romances con aroma a gominola siguen provocándome flatulencias pasados tres días. Menudo truño.

Pues creo que es la película de fantasmas y seres malignos menos insulsa que he visto en lo que va de año, y eso que su argumento está más usado que un cagadero público en sanfermines pero aún así, la peli te atrapa porque está bien planificada, con mucho mimo, cuidando los detalles, con una trama que avanza poco a poco, sin prisas, sin abusar de lo predecible. Sin embargo hacia la mitad pierde cierta continuidad, a ratos deja de ser creíble y se precipita hacia el estándar (es que es muy difícil reinventar una de fantasmas). En cualquier caso la pongo un 6 porque le da mil vueltas a toda esa zarzuela de (1) monigotes pálidos que se deslizan por las escaleras como si fuesen caracoles, (2) gilipollas enmascarados cuchillo en mano que se dedican a mutilar crías en las fiestas de los institutos de iuesei y (3) mutógenos digitales del más allá intentando dar por saco al personal. De alguna manera me ha recordado a las películas de los 70-80 en las que apenas había efectos y duraban más los prolegómenos. Por fin asoma, aunque sea a ratos, un poco de "miedo del bueno" entre las butacas...
En resumen, no está mal aunque a ratos se les queme la salsa. El principio sobra.

Hace tiempo vi Outpost2, una peli con mutógenos nazis resucitados especialmente diseñados para dar por saco al glorioso ejército aliado (de todos es sabido que Hitler invirtió muchos dólares y gran parte de sus científicos en investigar el mundo de los muertos como arma contra occidente, y no es que lo diga yo, sale en Hellboy, Capitán América y muchas otras. Rigor ante todo :-)
La película se articula alrededor de esta conocida tendencia de Adolfo hacia lo paranormal.

En este caso, los nazis contratan nada más y nada menos que al hijo de Frankenstein (y yo que pensaba que no había tenido hijos o que serían muy mayores), que se dedica a juntar brazos y piernas sanguinolentas con cacerolas, radiadores, taladros, radiales, motores de avión, fiambreras eléctricas y cerebros, consiguiendo unos mutógenos con muy mala leche.

La primera parte de la película (hasta que aparecen los mecanos), está bien, se deja ver. Luego entran en escena los engendros mecánicos. Al menos tres de ellos están inspirados en la Guerra de las Galaxias, Hans (R2D2), una enfermera que es igual a las bailarinas del cara de sapo aquel que congela a Harrison Ford, y una especie de tanqueta mezcla de los cuadrúpedos mecánicos del imperio contraataca y un primer prototipo de Terminator. El resto son realmente originales, me recuerdan a los muñecos de Jim Hensos en "Dentro del laberinto". Además hay carnaza, fiambres colgando del techo, reventadas de cara, extracciones de intestinos, apaños encefálicos y demás perrerías bastante bien aliñadas.

Ah sí, la película es del tipo "cámara en mano", pero no se hace pesada como tantas otras. A mi me ha resultado entretenida, y aunque no es para tirar cohetes, merece la pena si te gustan este tipo de películas.

Ambientada a finales del XIX, Ravenous narra las peripecias de un grupo de soldados confederados que viven en un fuerte de mierda en medio de la "nada montañosa" de USA. Un día, llega moribundo al fuerte un extraño personaje que los embarca en una siniestra exploración de rescate. Desde entonces, se acostumbrarán a un nuevo sabor, "la carne humana''.
La película es por momentos inquietante y tiene pocas escenas predecibles lo cual es de agradecer. No se pasan con la sangraza y la música está genial. Muy recomendable. Buenos trabajos de Guy Pearce y Robert Carlyle

Una tía cañón que quiere ser modelo queda con un fotógrafo para que le prepare un buen álbum de presentación. ¡Fotógrafo equivocado!, y encima con un hermano medio tarado con más ganas de mojar el churro que un abuelete chulapón en San Isidro. Total que aquello acaba en rapto, humillaciones varias, encules múltiples, y bla, bla, bla.
Después de ver la primera, pensé.... "la segunda será más de lo mismo", y efectivamente así es, pero es más creíble, más demenciada y sanguinolenta, y más lacerante. A ver que tal la tercera...