El documental “Cielo”, que cierra el ciclo Miradoc 2018, nos invita a la conectarnos con nuestros sentidos, a detenernos y admirar los bellos parajes del desierto de atacama preferidos por la astronomía mundial para la observación del cosmos


Varias veces he tenido la oportunidad y la dicha de recorrer el desierto de Atacama, lugar lleno de magia, seco y por las noches se aprecia el majestuoso cielo lleno de estrellas y constelaciones, uno de los lugares predilectos por los científicos de todo el mundo debido a la cantidad de días despejados que tiene. El documental de la canadiense Alison McAlpine, invita a detenerte un momento dentro de lo vertiginoso que se ha convertido la vida y admirar la belleza del cielo del norte chileno y su gente
El trabajo de la canadiense utiliza como personaje principal el imponente desierto de atacama, sus misterios y secretos teniendo a su cielo como soporte para contar las verdaderas historias de personas que desde sus respectivas vidas y ocupaciones componen este relato coral entre los que se destacan científicos del observatorio astronómico ALMA, agricultores, recolectores de algas y mineros entrecruzando los saberes ancestrales, la mitología y ciencia.

La cámara casi siempre tiene una inclinación para observar el cielo pero hay ocasiones en que hace el ejercicio de develarnos que bajo ese enorme manto de estrellas estamos nosotros, los humanos, que conviven con aquella majestuosidad, con lo oculto y misterioso que atrae a astrónomos de todo el mundo sin dejar de lado aquellas historias consideradas por muchos mínimas pero que son grandiosas como la de una pareja que explica los fenómenos naturales que se estudian bajo su jerga o un minero que se adentra a las entrañas de la tierra recorriendo el gélido desierto nocturno solo acompañado por su lámpara y la luz de las estrellas.
La directora trabaja mucho con Time Lapse, que es una técnica fotográfica muy usada en el cine para mostrarnos diferentes motivos o sucesos que por lo general suceden a velocidades muy lentas e imperceptibles al ojo humano y que acá está muy bien logrado su uso para que nos percatemos de cosas que no observamos normalmente.

Haga un alto y la invitación es para que pueda ver este trabajo este jueves 29 en Extensión de la UCM, que de paso le contamos que recibió el premio Kinema, de Film Commission Chile, que distingue a producciones audiovisuales que exaltan la belleza de nuestro territorio, además del American Cinematographer Award for Best Cinematography en Salem Film Fest. “Cielo” destaca por ser la primera coproducción documental entre empresas extranjeras (Errante Producciones y Second Sight Pictures Inc / Merveilles Films), en el marco del acuerdo de corpoducción suscrito entre Chile y Canadá.

“La Casa Lobo”, es la primer largometraje de animación stop-motion chilena inspirada en la colonia dignidad y ya se estrenó en Talca

Cerca de una treintena personas muy diversas se dieron cita en el Teatro Plaza con la invitación de Cinespacio a ver el primer largometraje de stop-motion chileno y que carga con el morbo de ser inspirada por la colonia dignidad. Esta es una película de animación y que esta vez convoca solo adultos es simplemente porque tiene una atmósfera muy sombría, hay un ser que persigue a una niña que escapa de una colonia y se esconde en una casa y la llama incesantemente. Por su acento alemán podría ser Paul Schäfer, el líder y fundador del enclave alemán que durante la dictadura operó como centro de prisión, tortura y desaparición.

Este film de los directores chilenos Cristóbal León y Joaquín Cociña, fue rodada en diferentes museos y galerías de arte de varias parte del mundo. Este recurso de animación stop-motion que ocupan los realizadores, que consiste en dotar de movimiento a objetos estáticos mediante una sucesión de imágenes fijas, le agregan la novedad de mostrar su proceso interno de construcción de la película donde ocurren las acciones, de sus texturas y composiciones visuales a través de un plano secuencia donde se va transformado en todo momento los escenarios y situaciones para no brindarte respiro.

“En Casa Lobo”, tiene a María la protagonista que busca albergue en una casa producto de una fuga de la colonia misma para esconderse de alguien o simplemente es un sueño o mundo interno que usa para refugiarse de los horrores del acoso que sufre y donde es sometida a trabajo en ese lugar donde vive. “La Casa Lobo”, es un cuento de hadas mezclado con sueños y pesadillas de la protagonista con dosis de terror, con un sonido envolvente e imágenes en permanente movimiento sin cortes que te va preparando y agobiando por momentos con las transformaciones constante de la protagonista y sus escenarios que rayan en los onírico. Tiene una versión deformada de la realidad pero hace al mismo tiempo muestra una versión de hechos de nuestra historia reciente sensibilizando incluso en los derechos humanos a través de estas imágenes en movimiento rescatando al mismo tiempo la memoria local

Este primer largometraje en animación stop-motion ha sido premiado en la sección Forum del Festival Internacional de Cine de Berlín 2018 donde tuvo su estreno mundial, recibió también el Caligari Filmpreis de la German Federal Association of Comunal Film Work. Si buscas algo original e inspirado en un hecho ocurrido en la región del Maule que sale para el mundo, debes someterte a la experiencia de este cine original e histórico que puede marcar un nuevo camino a muchos realizadores.

Este Thriller de guerra denominado “Operación Final”, tiene al ganador de Oscar Ben kingsley, que interpreta Eichmann, uno de los encargados de la solución final del Holocausto judío que se escondía en Argentina.

Si hay un tema inagotable en el cine europeo y de Hollywood, es precisamente es el de la segunda guerra mundial y sus consecuencias. “Operación final”, basada en un hecho real se sitúa quince años después del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando la agencia de inteligencia israelí Mossad y la agencia de seguridad Shin Bet, liderada por el incansable y heroico agente Peter Malkin (Jason Isaac), lanza un atrevida operación para capturar Eichmann (Ben Kingsley), quien se creía muerto pero vivía y trabajaba en un suburbio de Buenos Aires, Argentina, bajo otra identidad con su familia.
Israel organiza este arriesgado plan que consiste en enviar una misión secreta y sacar a Eichmann a pesar de un potencial conflicto diplomático para ser juzgado en Israel, Malkin y Eichmann participan en un intenso y apasionante juego del gato y el ratón. El film de la cadena Netflix, es sin duda un trabajo reposado, que se toma su tiempo, no es una historia nueva tratada en el cine pero con acierto recrea esa verdadera odisea de dar uno de los cerebros del Holocausto judío escondido, atraparlo y como lo tratas de sacar a escondidas de otro país.
Quizás lo valorable de este tipo de filmes es que rescatan la memoria de lo horrible del Holocausto para las nuevas generaciones, las cuales deben tomar conciencia de las atrocidades que cometió el hombre en el siglo XX. El film juega mucho con el tema de soldados israelíes y su potencial venganza perdiendo su foco con la misión de llevarlo a jucio. Una serie de flashbacks, muestran sus historias de cómo sufrieron exterminio de familias lo que tensiona toda la espera.
Ben Kingley, ganador de Oscar en “Ghandi” y recordado en un papel de la otra vereda judía como en “La Lista de Shindler” de Steven Spielberg, tiene una acertada actuación de Eichmann, que como buen soldado y líder de anilquilación trabaja muy bien con la ansiedad de los soldados en cautiverio y conoce el sufrimiento que les causo.
"Operación Final", es dirigida por Chris Weitz a partir de un guión de Matthew Orton, aborda los enigmas éticos y las agonías psicológicas que enfrentan los agentes del Mossad con actuaciones son sólidas con una atmósfera de la época se extiende más allá de los autos antiguos o vestuario de época asemejándose mucho a la primera edad de oro de la televisión, en los años 50. Interesante rescate de la memoria para ver.

“Maleza” es un largometraje chileno del cine B, protagonizado por un talquino y que retrata la vida de un ex convicto que pretende con pocas convicciones enderezar su vida.

Si buscas una película llena de acción, efectos especiales e histrionismo a raudales, “Maleza” claramente no es tu película, este es puro cine B, rodado con bajo presupuesto y que su encanto no va por el lado de encandilarte visualmente con su estética, sonido o un actor de moda, sino por estar fuera de cualquier estereotipo y con actores que representan a seres que viven en plena marginalidad económica con un tratamiento natural que olvidas si estás viendo un largometraje prontamente.
A cargo de este trabajo esta el director chileno Ignacio Pavez quién rodó en forma digital con escenarios naturales en Santiago, sin mucha intervención de la iluminación y con una cámara que es cómplice permanente del recorrido del protagonista, que de paso es un talquino llamado Cristian Luna.
La historia del film nos muestra a un ex convicto llamado Daniel, que llega a una casa hogar religiosa proveniente desde la cárcel por un crimen desconocido. Este personaje con apenas tercero básico cursado, carece de toda habilidad de preparación social lo que no le permite expresarse frente a sus pares o encargados del recinto, donde muchas personas encuentran una oportunidad de aprender un oficio e iniciar ese difícil camino a la redención y tratar de insertarse a esta sociedad. Daniel es un personaje marginal, con rostro de sufrimiento que quizás busca sin mucha convicción una mejor vida.
El film nos presenta personajes olvidados en un lado sucio de la ciudad, gente que ve un como abismo inmenso pertenecer a la dinámica de la economía social de mercado. Lo rescatable film, es precisamente darle rostro a ese mundo invisibilizado, que pasa por nuestro lado a diario pero que ni siquiera miramos y existe en todas las grandes urbes.
El director utiliza escenarios urbanos naturales, planos cerrados, con una cámara inquieta situada siempre muy cerca del protagonista que parece acosarlo sin comprometerse demasiado. Lo escaso de banda sonora es interesante y melancólico que me recordó a Santoalalla de Amores Perros y por la estética de marginalidad al cine de los belgas Hermanos Dardenne o los inicios de Gust Van Sant.
El actor talquino Cristian Luna, tiene una encomiable labor debido a plena participación desde el minuto uno, representa muy bien el tono y estado de ánimo que se pretende este film de bajo presupuesto, que ofrece de un interesante desafío para espectadores que quieren experimental cine puro, fuera de todos los cánones comerciales e independientes.

“Tierra Sola”, de la directora Tiziana Panizza, es un relato construido a partir de documentales rodados en la isla durante varias décadas para confrontar el pasado y el presente de la comunidad isleña.

El film ganador del festival de cine de Valdivia 2017, se adentra en la aislada, misteriosa Isla de Pascua y sus habitantes, como esta ha sufrido por el racismo, incomprensión de gente del continente así como también su aislamiento y marginación de parte de empresas y estado.
Este documental no se maravilla con los moais y paisajes sino con sus habitantes, mujeres gendarmes, presos, ex alcaldes, líderes y ancianos, historias mínimas que va intercalando con la serie de documentales rescatados con los cuales la directora trabaja con este material fílmico en Súper 8 encontrado y que lo utiliza para construir nuevos relatos con estas personas que no se ahonda mucho en sus relatos pero que sin duda sus particulares vidas en ese lejana isla consiguen interés con imágenes inéditas apoyándose en un sonido envolvente y mucho atractivo visual. Panizza con cada fragmento y relato consigue mezclarlo con certeza, confrontando el ayer y el hoy de sus habitantes.
“Tierra Sola” llama a la reflexión en torno a distintas formas de encuentro, de clases, el racismo y el aislamiento. La directora Tiziana Panizza reflejar el sentir de los lugareños y esos que están de paso utilizando como hilo conductor dos historias, una de antepasados que trataron de huir de la isla como polizontes en barcos y algunos sublevaron años logrando forzar votaciones de alcalde. Por otro lado, está la historia más entrañable que es la de la cárcel local, la cual esta venida a menos y se trabaja en un proyecto por remodelarla. En este particular recinto la cámara sigue la rutina de algunos gendarmes y personas encarceladas en ese aislado mundo, sufriendo también el otro aislamiento en este recinto que parece un día de campo, no hay torres, perros y personal antimotines, solo están encarcelados y a través de delgadas rejas donde los presos ven a sus familiares a diario o practican deportes con mucha libertad. Sin duda están encarcelados en un lugar donde no hay donde huir ya que el punto más cercano esta a casi 4 mil kilómetros de distancia y el inmenso océano pacifico de por medio, siendo la paradoja más atrayente de este trabajo fílmico nacional.