La atracción por la violencia, la fascinación por personalidades fuertes y carismáticas, el irracionalismo misticista, el rechazo por la clase media y sus valores en nombre de una visión épica de la vida, una atracción secreta o no tanto por los valores militaristas y patrioteros que supuestamente critica. Un individualismo bigger than life. Todo indica que Oliver Stone, tras su fachada progre, es un nietzscheano con veleidades que se pueden calificar de fascistoides . Su evidente admiración por Fidel no es por los mismos motivos que pueda tener un izquierdista radical propiamente dicho. Stone ve en el una imagen de tirano carismático que personalmente le mola.

Película correcta sobre unos terribles hechos históricos, muy en la línea del cine británico. Está bien verla para ilustrarse sobre probablemente el suceso más trágico de estas últimas décadas. Una terrible matanza frente a la cual la comunidad internacional se quedó con los brazos cruzados. Por cierto, en los diálogos del film se hace referencia a la estrecha relación entre el gobierno francés y el que en esos momentos regía Ruanda, que no es ni mucho menos un invento de la COPE, cadena a la que por lo demás escucho muy poco.

No es, mejor dicho, era, una película de contenido político, en el que se proponga una visión del mundo, o se haga una verdadera crítica al poder. Esta película colectiva es (era), en realidad una forma de marcar el territorio, como ciertas especies, no sea que vengan otras que les expulsen del habitat fuera del cual no sabrían vivir.Oponerse a Bush es una especie de mantra, que ha convertido al auténtico GWB en una especie de abstracción malévola. E Iraq, ¿qué importa en realidad el auténtico país árabe con sus sunnitas, chiitas y kurdos?, lo único que hay que saber de la guerra de Iraq es que el jefe de la banda rival, Aznar, la apoyó.

Con una perspectiva feminista, de izquierdas, políticamente correcta y antifranquista en el XXI, o a finales del XX, es lo mismo, que siempre da rédito. Introduciendo todos estos datos en una especie de programa, saldrá luego un libreto y posteriormente una película hechos por un piloto automático, casi completamente igual a otros productos del sistema, lo cual agradecerá el público que venera el cine de "autor" y todavía más el de "autora", mayoritariamente femenino, aunque no necesariamente, con estudios universitarios y con limitadas lecturas, este público. Y también aprecian mucho este cine los funcionarios subvencionadores.

Enfocar un tema polémico con una estética "vanguardista", y dar a entender que se ha dicho la última palabra sobre el mismo, sin mojarse, en realidad, nada en absoluto, matando de aburrimiento e indignación a la mayor parte del personal, y dando muestras de genio a los que quieran ver genialidad en cualquier ocurrencia narcisista de un directorcillo megalómano. Y alimentar el propio ego con el tema de ETA y sus víctimas me parece de una profunda inmoralidad.