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Críticas ordenadas por fecha (desc.)
5 de octubre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mayor exponente de su sub género que dió el pistoletazo de salida para posteriores copias, exploitation, secuelas y hasta un remake. Con este film pasa como con tantos otros. Uno lo ve y se queda con un Swarzenegger y su actuación cuestionable, la violencia sin ningún tipo de tapujo con cortes y decapitaciones que no escatiman en hacer brotar la sangre o una Sandahl Bergman adelantada a su época haciendo de valquiria como una mujer guerrera con poderes sobrenaturales y una belleza fuera de lo común. Sólo con el paso del tiempo podemos apreciar la profundidad de su mensaje, la filosofía de Nietzsche, las enseñanzas... Pero eso ya es otra historia.
El papel de Conan está hecho para Chuache y no le descubro a nadie que no está entre sus mejores actuaciones. Con apenas diálogos fruto del fuerte acento austriaco, el film tiene unas escenas poderosísimas acompañadas de una de las mejores BSO de la historia compuesta por Basil Poledouris (se le iba a encargar a Morricone hacerla). La trama pese a contar con la simplicidad de una historia de venganza al uso, entrelíneas y por debajo del radar pasó como que cada ser humano tiene la posibilidad, si así lo decide y trabaja duro por ello, de superar la heteronomía e inmadurez para caminar hacia una autonomía ética. El film empieza, continua y acaba con Nietzsche presente.
James Earl Jones como Thulsa Doom está increíble e hipnótico y la bailarina Sandahl Bergman complementa a Conan a la maravilla. Otro a destacar es el siempre grandioso Max von Sydow en un papel breve pero con peso.
Rodada en España, concretamente en la Comunidad de Madrid, Segovia, Ávila, Cuenca y Almería, la cinta pertenece a nuestro país en parte y hasta un joven Jorge Sanz se le apareció la virgen para interpretar a la versión de Conan niño.
Definitivamente aunque a uno no le guste este sub género donde hay películas buenas que pueden contarse con los dedos de una mano, "Conan, el bárbaro" conquista al espectador, roba su atención y lo hace bárbaro. Arnold pletórico, Bergman divina, sangre, serpientes, cultos y mensajes profundos. Dudo que vuelva a haber películas así y por eso, la hace tan única.
El papel de Conan está hecho para Chuache y no le descubro a nadie que no está entre sus mejores actuaciones. Con apenas diálogos fruto del fuerte acento austriaco, el film tiene unas escenas poderosísimas acompañadas de una de las mejores BSO de la historia compuesta por Basil Poledouris (se le iba a encargar a Morricone hacerla). La trama pese a contar con la simplicidad de una historia de venganza al uso, entrelíneas y por debajo del radar pasó como que cada ser humano tiene la posibilidad, si así lo decide y trabaja duro por ello, de superar la heteronomía e inmadurez para caminar hacia una autonomía ética. El film empieza, continua y acaba con Nietzsche presente.
James Earl Jones como Thulsa Doom está increíble e hipnótico y la bailarina Sandahl Bergman complementa a Conan a la maravilla. Otro a destacar es el siempre grandioso Max von Sydow en un papel breve pero con peso.
Rodada en España, concretamente en la Comunidad de Madrid, Segovia, Ávila, Cuenca y Almería, la cinta pertenece a nuestro país en parte y hasta un joven Jorge Sanz se le apareció la virgen para interpretar a la versión de Conan niño.
Definitivamente aunque a uno no le guste este sub género donde hay películas buenas que pueden contarse con los dedos de una mano, "Conan, el bárbaro" conquista al espectador, roba su atención y lo hace bárbaro. Arnold pletórico, Bergman divina, sangre, serpientes, cultos y mensajes profundos. Dudo que vuelva a haber películas así y por eso, la hace tan única.
4 de octubre de 2024
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Última aparición de Roger Moore como 007. Una de las más recordadas por el póster y por ser diferente pues el actor rondaba los 60 años en el momento de salida de la película.
El film cuenta con un correcto Christopher Walken en el papel de Max Zorin, psicópata tecnológico bastante recordado dentro de la saga y con dos chicas bond distintas, una olvidable pero impresionante Tanya Roberts, y la increíble Grace Jones, fea y bella. Dulzura y letalidad al mismo tiempo. En esta entrega pasa como con muchas otras. Tiene todos los ingredientes para dar un capítulo interesante, pero sólo lo es por momentos. Escenas de bella factura en París con la memorable subida por la Torre Eiffel y posteriormente un paso por San Francisco donde sólo se recuerdan los instantes finales sobre el Puente Golden Gate. La edad del actor se nota, aunque le pone empeño e intenta dar un último servicio de garantía.
Como curiosidad, tenemos la breve aparición de un joven Dolph Lundgren, novio por aquel entonces de Grace Jones haciendo una curiosisíma pareja "Black & White" como se les denominaba.
Pasable entrega que no es en ningún momento una de las destacadas ni en el periodo "gracioso" de Roger Moore como 007, ni en la saga en general, aunque quizá una de las mas "molonas" por sus personajes. También que tiene mucho mas peso al ser la despedida de uno de los agentes más queridos por los fans de la saga.
El film cuenta con un correcto Christopher Walken en el papel de Max Zorin, psicópata tecnológico bastante recordado dentro de la saga y con dos chicas bond distintas, una olvidable pero impresionante Tanya Roberts, y la increíble Grace Jones, fea y bella. Dulzura y letalidad al mismo tiempo. En esta entrega pasa como con muchas otras. Tiene todos los ingredientes para dar un capítulo interesante, pero sólo lo es por momentos. Escenas de bella factura en París con la memorable subida por la Torre Eiffel y posteriormente un paso por San Francisco donde sólo se recuerdan los instantes finales sobre el Puente Golden Gate. La edad del actor se nota, aunque le pone empeño e intenta dar un último servicio de garantía.
Como curiosidad, tenemos la breve aparición de un joven Dolph Lundgren, novio por aquel entonces de Grace Jones haciendo una curiosisíma pareja "Black & White" como se les denominaba.
Pasable entrega que no es en ningún momento una de las destacadas ni en el periodo "gracioso" de Roger Moore como 007, ni en la saga en general, aunque quizá una de las mas "molonas" por sus personajes. También que tiene mucho mas peso al ser la despedida de uno de los agentes más queridos por los fans de la saga.
3 de octubre de 2024
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Interesantísima película dirigida por James Mangold que desaprovecha en parte un reparto de auténtico lujo. Stallone y De Niro creando otro dilema para el actor de doblaje en España, Harvey Keitel y Ray Liotta. Uno con semejantes nombres sólo puede interesarse por el film que más allá del denso, limitado y torpe Thriller Policíaco que es, juega a ser un Western con Cine Negro en ocasiones.
Un venido a menos Stallone, fondón y abatido, interpreta un Sheriff local sordo de un oído que está para cosas irrelevantes. La localidad de Garrison en New Jersey, es un pueblito dormitorio donde residen los policías que trabajan en la gran manzana. La aparente ciudad de la ley, parece estar más corrupta que la propia Manhattan[...].
Con una trama enredada en exceso y con guión intermitente, la película va "in crescendo" y hace una clara denuncia a la "ley del silencio" imperada de la época, junto a la frustración profesional que puede sentir un agente de la ley que no es policía. Siento que es uno de los pocos metrajes que con más minutos, hubiera ganado mucho más pues el tramo final tiene un ritmo excesivo. Los planos son mediocres en más de una ocasión y se nota la casi no cualificación de Mangold para dirigir un film que podría haber sido mucho mejor. Un bigotudo De Niro lo tenemos de secundario con poco espacio para lucirse (aún así lo consigue) y mas que decentes Keitel y Liotta sumando la película a su gran filmografía.
"Copland" pese a tener escenas mediocres, dice más por lo que calla que por lo que muestra. Un Stallone recordando mediante flashbacks el pasado, la mirada desde el otro lado del puente a la gran ciudad, la subtrama amorosa[...]. Toda la duración de la cinta está plagada de destellos y es una pena que no nos dure 30 minutos más porque daba para mucho más de sí. Recomendadísima y sorprendente, que un reparto donde tienes esos nombres, el gato al agua se lo lleve Sly con una actuación memorable.
Un venido a menos Stallone, fondón y abatido, interpreta un Sheriff local sordo de un oído que está para cosas irrelevantes. La localidad de Garrison en New Jersey, es un pueblito dormitorio donde residen los policías que trabajan en la gran manzana. La aparente ciudad de la ley, parece estar más corrupta que la propia Manhattan[...].
Con una trama enredada en exceso y con guión intermitente, la película va "in crescendo" y hace una clara denuncia a la "ley del silencio" imperada de la época, junto a la frustración profesional que puede sentir un agente de la ley que no es policía. Siento que es uno de los pocos metrajes que con más minutos, hubiera ganado mucho más pues el tramo final tiene un ritmo excesivo. Los planos son mediocres en más de una ocasión y se nota la casi no cualificación de Mangold para dirigir un film que podría haber sido mucho mejor. Un bigotudo De Niro lo tenemos de secundario con poco espacio para lucirse (aún así lo consigue) y mas que decentes Keitel y Liotta sumando la película a su gran filmografía.
"Copland" pese a tener escenas mediocres, dice más por lo que calla que por lo que muestra. Un Stallone recordando mediante flashbacks el pasado, la mirada desde el otro lado del puente a la gran ciudad, la subtrama amorosa[...]. Toda la duración de la cinta está plagada de destellos y es una pena que no nos dure 30 minutos más porque daba para mucho más de sí. Recomendadísima y sorprendente, que un reparto donde tienes esos nombres, el gato al agua se lo lleve Sly con una actuación memorable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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1 de octubre de 2024
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La primera fue la novedad. Stallone reunió a los héroes de acción olvidados del siglo pasado en una película que si bien nadie sin mirar la sinopsis recordará la trama, era acción pura y dura y hasta ¡Sangrienta!.
La segunda refinó la fórmula. Un villano creíble como Van Damme, aparecieron mucho más esos "secundarios" de lujo y las bromas y la autoparodia funcionaba. Nadie esperaba que "Los mercenarios 2" le cambiase la vida pero salías de la película echándote unas risas y satisfecho. Había la cohesión que no tenía la primera.
En 2014 nos llegó la esperada tercera entrega, con un reemplazo por un enfado previo (Harrison Ford sustituye a Bruce Willis) y muchos rostros nuevos junto a otros que volvían a aparecer. La sangre era inexistente y esto parecía mas "Fast & Furious" que una entrega de "Los mercenarios". Estaba la mujer de moda, Ronda Rousey, como rostro femenino y que en aquel entonces barrió a toda la división femenina de UFC (y luego cayó en picado), algunos "randoms" más, Wesley Snipes y Antonio Banderas. Mel Gibson haría del malísimo de turno, no es Van Damme pero es interesante verlo de villano.
Esta entrega la resumo en mas vale calidad que cantidad. Fijaros en todos los nombres que salen en el póster y que apenas caben. Ése es el problema del film, pese a que sea la más larga hasta la fecha e intente dar espacio a antiguos y nuevos. La idea original de ver a nuestros héroes de acción favoritos se esfuma la mitad de la película y el guión pese a no pedir mucho, decepciona y tiene muchos sin sentidos. El resto está bien, es más de lo mismo y todos cumplen aún lastrando el grave problema de verse una constelación de estrellas comprimidas en un helicóptero con límite de peso, junto a otras nuevas bajando la media y no teniendo mucho sentido su aparición aunque el guión trate de justificarlo. Aquí queremos ver a nuestros padres y abuelos dando estopa, no a gente nueva que olvidaremos en la siguiente entrega.
Para tener de fondo y ver que personajes nuevos aparecen pues está bien, no digo que no. Pero la sensación de "Sharknado", "Fast & Furious" o incluso la saga "Torrente" se palpa. Estas franquicias se convirtieron en cameos de famosos y si al caso, la trama está ahí para el que le interese, con un evidente bajón y en modo "descafeinado" pues decidme si alguien vió una gota de sangre en esta entrega.
Disfrutable como las dos anteriores, pero con un bajón de calidad que aún no teniendo mucha la saga en general, sí se nota.
La segunda refinó la fórmula. Un villano creíble como Van Damme, aparecieron mucho más esos "secundarios" de lujo y las bromas y la autoparodia funcionaba. Nadie esperaba que "Los mercenarios 2" le cambiase la vida pero salías de la película echándote unas risas y satisfecho. Había la cohesión que no tenía la primera.
En 2014 nos llegó la esperada tercera entrega, con un reemplazo por un enfado previo (Harrison Ford sustituye a Bruce Willis) y muchos rostros nuevos junto a otros que volvían a aparecer. La sangre era inexistente y esto parecía mas "Fast & Furious" que una entrega de "Los mercenarios". Estaba la mujer de moda, Ronda Rousey, como rostro femenino y que en aquel entonces barrió a toda la división femenina de UFC (y luego cayó en picado), algunos "randoms" más, Wesley Snipes y Antonio Banderas. Mel Gibson haría del malísimo de turno, no es Van Damme pero es interesante verlo de villano.
Esta entrega la resumo en mas vale calidad que cantidad. Fijaros en todos los nombres que salen en el póster y que apenas caben. Ése es el problema del film, pese a que sea la más larga hasta la fecha e intente dar espacio a antiguos y nuevos. La idea original de ver a nuestros héroes de acción favoritos se esfuma la mitad de la película y el guión pese a no pedir mucho, decepciona y tiene muchos sin sentidos. El resto está bien, es más de lo mismo y todos cumplen aún lastrando el grave problema de verse una constelación de estrellas comprimidas en un helicóptero con límite de peso, junto a otras nuevas bajando la media y no teniendo mucho sentido su aparición aunque el guión trate de justificarlo. Aquí queremos ver a nuestros padres y abuelos dando estopa, no a gente nueva que olvidaremos en la siguiente entrega.
Para tener de fondo y ver que personajes nuevos aparecen pues está bien, no digo que no. Pero la sensación de "Sharknado", "Fast & Furious" o incluso la saga "Torrente" se palpa. Estas franquicias se convirtieron en cameos de famosos y si al caso, la trama está ahí para el que le interese, con un evidente bajón y en modo "descafeinado" pues decidme si alguien vió una gota de sangre en esta entrega.
Disfrutable como las dos anteriores, pero con un bajón de calidad que aún no teniendo mucha la saga en general, sí se nota.
1 de octubre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otro fregado de Lundgren con una trama clásica de finales de siglo XX donde el mundo se acaba. Inicialmente ambientada en la (como no) Nueva York de finales de los 90, el sueco interpreta un templario de una orden que tiene bajo llave a Lucifer y tendrá que enfrentarse a un "minion" que da nombre al film del mismísimo Príncipe de las Tinieblas como única forma de salvar al mundo pues quiere liberarlo.
El guión es un absoluto desastre pero que al menos va a paso ligero. Toda la película es jugar al gato y al ratón en diferentes localizaciones como la propia Nueva York (desaprovechada), una central nuclear digna de la Troma más gamberra o Jerusalén y el templo de dichos templarios. El film es ridículo casi todo el tiempo y uno no se lo toma en serio. Sinceramente, causa más risa que otra cosa. Te quedas hasta dormido, pero llegas al final sin problema en este circo inclasificable que me recuerda a otros bodrios de la época con el mismo tono.
Ni el director Jean-Marc Piché ni los actores parecen querer ponerle remedio a salvar el film. También que resulta una tarea imposible con ese tono, que hay que verlo por uno mismo porque tiene tela y apesta a episodio televisivo de alguna serie barata. Ni hablar de la sobreactuación de las posesiones que llega a ser ridícula.
Otra de las olvidables de Dolph Lundgren que no recomiendo ver pese a la temática "fantástica". Aunque si se ve, provoca risas de lo mala que es y es más digerible que otras de su misma categoría.
El guión es un absoluto desastre pero que al menos va a paso ligero. Toda la película es jugar al gato y al ratón en diferentes localizaciones como la propia Nueva York (desaprovechada), una central nuclear digna de la Troma más gamberra o Jerusalén y el templo de dichos templarios. El film es ridículo casi todo el tiempo y uno no se lo toma en serio. Sinceramente, causa más risa que otra cosa. Te quedas hasta dormido, pero llegas al final sin problema en este circo inclasificable que me recuerda a otros bodrios de la época con el mismo tono.
Ni el director Jean-Marc Piché ni los actores parecen querer ponerle remedio a salvar el film. También que resulta una tarea imposible con ese tono, que hay que verlo por uno mismo porque tiene tela y apesta a episodio televisivo de alguna serie barata. Ni hablar de la sobreactuación de las posesiones que llega a ser ridícula.
Otra de las olvidables de Dolph Lundgren que no recomiendo ver pese a la temática "fantástica". Aunque si se ve, provoca risas de lo mala que es y es más digerible que otras de su misma categoría.
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