A destacar la impunidad de la jueza que llevó el caso. La sentencia eximía de todo a el juez de Menores de Sevilla, a Jesús Vázquez, al rubio de los Morancos y a Javier Gurruchaga. Estas tres personas fueron lapidados por los medios de comunicación. El documental muestra a numerosos periodistas famosos que enfangaron aún más el asunto, pagando a testigos para que hicieran declaraciones que ayudaran a subir la audiencia. Además estos famosos periodistas como Pepe Navarro o Javier Sarda se han negado a ser entrevistados para el documental.
Algunas hipótesis se apuntan en el documental para el origen de este falso tremendo asunto sobre menores como tapar los abusos del terrorismo de estado con los GAL y desviar la atención hacia lo morboso. A destacar el testimonio del presentador Vázquez cuya madre enfermó y murió a raíz del escándalo. Vázquez también sufrió comportamientos violentos homófobos durante muchos años.

Lo del corte de los 21 puentes no se aprovecha para nada en la película, no reflejándose en pantalla reacciones de los ciudadanos sobre el posible caos y revueltas. Lo mejor de la película la primera media hora con el asalto al bar con los 300 Kilos de cocaína, el tiroteo con los policías corruptos dentro del garito y fuera en la calle, así como las dudas de los protagonistas de seguir con el atraco y continuar con la matanza de policías.
Muy pocos matices del policía corrupto interpretado por J.K. Simmons. Este gran actor sigue la estela de John Malkovich de hacer caja con estos subproductos. La escena final en casa del jefe tiene una ejecución totalmente previsible con la aparición esperadísima de Sienna Miller.

La serie mantiene un tono entre gore e irónico sin llegar a cuajar plenamente, pero el último capítulo de la temporada disponible desvaría convirtiéndose en una aburrida película de karate por momentos.
No queda tampoco bien definido si el incendio del puticlub de carretera que lleva la mafia albana ocurre realmente o es imaginación de Miu. La trama del secuestro de la niña también se estira hasta el aburrimiento.
Cansa también un poco la vestimenta de Miu siempre con el chándal de domingo y en ocasiones con el fachaleco. Lástima que el personaje del traficante negro Danny muera tan pronto pues es de los personajes mejor construidos.

Merece otra temporada para contar todo lo que ocurrió en Reino Unido tras el primer confinamiento. Las escenas en residencias de ancianos, en hospitales y en las casas de los enfermos son de un realismo casi documental.
Las personas mayores que protagonizan estas tomas han debido suponer una labor de casting ingente. La impunidad con la que actúa Dominic Cummings escapándose en pleno confinamiento a casa de sus suegros y despreciando a la prensa y a la ciudadanía británica es uno de los hechos relevantes de la serie. Otro eje de la película son los sueños de Boris y sus citas de los clásicos, aunque su principal preocupación parece ser el cuidado de su perro mascota.

El final en esa fábrica de droga cutre al estilo Breaking Bad está conseguido, te sientes en ese submundo propio de la serie B. El tono de la película es bastante pesimista en cuanto al desconfiado mundo que rodea a este promotor inmobiliario triunfador cuando desciende a la América cutre de donde proviene su esposa.
Nadie cree el testimonio de este triunfador, ni la familia de la esposa, ni la policía. El final feliz con la aparición viva de la esposa no es coherente con el tono pesimista y de callejón sin salida de la película