La noche de Hong Kong se abre paso entre sus calles, en los barrios mas lúgubres y desangelados algunos ojos miran fríamente al infinito, los de todos aquellos que no tienen nada en común con las personas que se mueven despacio hacia sus trabajos a primera hora de la mañana, los de los parias que abandonados a su suerte dudan de si vivirán un día más.

Wong Kar-Wai se zambulle en la noche mas profunda de la gran ciudad con unos personajes anodinos que solo comparten con el resto del género humano el aire que respiran.

Un asesino de pocas palabras que cuando quiere hablar solo lo hace con sus dos pistolas sembrando de muerte y desolación el espacio a su alrededor, un mudo por convencimiento que fantasea con las posibilidades que le ofrece la noche y dos mujeres sensuales que desean ardientemente jugar con fuego aún a costa de llegar a quemarse.

Una película sin un argumento al uso, con abundancia de primeros planos en movimiento que hacen que las escenas sean mas reales y con múltiples posibilidades para su interpretación servidas al gusto de la inteligencia de cada espectador.

El amor no tiene edad, es algo intangible pero necesario, como el aire que respiramos, cuando se busca se tiene la permanente inquietud de si alguna vez lo encontraremos y el que lo pierde quizá solo lo valore demasiado tarde, fue una planta que no se regó lo debido y ahora seca se fue para siempre.

Glenn Ficarra y John Requa nos muestran su propuesta de amor desde distintos ángulos y a distintas edades, en una película entretenida, dulce y con volumen, como el algodón de azúcar de la feria, fácil de paladear sin llegar a cansar.

Steve Carrell es algo mas que un hombre pegado a una nariz, un estupendo actor que no pierde la compostura aún en las situaciones mas complicadas y que sabe siempre salir a flote sin mojarse, un auténtico corcho con un humor sencillo, sin grandes alardes.

Los atracos mas seguros son los que llevan a cabo los profesionales del sector “amigos de lo ajeno”, la sangre fría y la experiencia son los dos railes sobre los que su plan camina seguro y en ocasiones consiguen su objetivo sin problemas, por el contrario, cuando los atracos los plantean aficionados los resultados y consecuencias no suelen ser un calco de lo que se pudo planear previamente

Sidney Lumet desmenuza todos los factores que componen un atraco no profesional y para dar mas emoción y empaque a la acción trocea las secuencias presentándonos los hechos actuales mezclados con los precedentes.

Buen papel tanto de Philip Seymour Hoffman como de Ethan Hawke protagonizando dos hermanos acuciados por la marcha cuesta debajo de sus vidas, el deseo de ambos de salir a flote no está guiado por la inteligencia y la razón sino mas bien por el egoísmo y la ambición.

El amor es la fuerza vital que atenaza al ser humano, su búsqueda es completamente agotadora y en ocasiones frustrante pero su hallazgo es un premio que inunda para siempre las orillas de la soledad.

Wong Kar-Wai nos ofrece una perspectiva frenética del amor en dos peculiares historias en Hong Kong, ambas son ramas que entroncan el árbol de la juventud y de una mente liberadora que no encuentra un horizonte para anidar.

Un magnífico director que sabe tomar partido de cualquier escena, con él la lluvia no moja, es solo una sinfonía de gotas que componen una sinfonía de deseo y fantasía, buen empaste de las imágenes y situaciones bajo los acordes de “Dreams” de The Cranberries y de “California Dreamin’” de The Mamas and The Papas que aportan al film frescura y encanto.

La enseñanza infantil quizá sea el aprendizaje mas importante precisamente por ser el primero, niños de corta edad que acuden a un centro de enseñanza para dar sus primeros pasos intelectuales, reciben las enseñanzas más básicas sobre las que con el paso de los años cimentarán su personalidad y sus capacidades.

Bertrand Tavernier nos traslada a la problemática de la enseñanza infantil en algunas zonas rurales de Francia mas desfavorecidas a finales del pasado siglo, muestra las carencias de un sistema de enseñanza francés con muy bajos presupuestos para las zonas rurales mas humildes y el peso que habían de acarrear en algunos centros de educación infantil rurales al que algunos niños acudían no solo faltos de escolarización sino también de cariño e incluso de alimentación.

Lo mejor del film la naturalidad de los mas pequeños que saben desenvolverse ante la cámara como lo harían en cualquier video doméstico con sus padres, lo peor la falta de profundidad en los personajes protagonistas que son mas bien narradores de un problema que se presenta casi como si de un documental se tratara.