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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
10
Drama Wladyslaw Szpilman, un brillante pianista polaco de origen judío, vive con su familia en el ghetto de Varsovia. Cuando, en 1939, los alemanes invaden Polonia, consigue evitar la deportación gracias a la ayuda de algunos amigos. Pero tendrá que vivir escondido y completamente aislado durante mucho tiempo, y para sobrevivir tendrá que afrontar constantes peligros. (FILMAFFINITY)
8 de octubre de 2009
24 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy en día, año 2009, casi veinte países del globo se encuentran en situación de conflicto armado o guerra. Así mismo casi 1.000 millones de personas sobreviven en situación de pobreza. Un continente está siendo diezmado por enfermedades y pandemias. Los regímenes dictatoriales siguen existiendo. Y todavía nos atrevemos a llamarnos a nosotros mismos una raza superior, a considerarnos seres racionales, a tener la desfachatez de consentir que un niño crezca sin padres o que un anciano muera solo en las calles; a asesinar miles de vidas por una idea distinta, por una religión diferente. A disfrazar con moralidad la no cooperación en la solución para pandemias que arrasan – sobre todo – con la parte débil de la población.

Aún después de siglos y siglos de civilización, los seres humanos hemos sido incapaces de conseguir un equilibrio estable entre culturas, ideas, sistemas o economías. En historia moderna el ejemplo más claro de una barbarie de escala mundial, es el Régimen Nazi y su exterminio sistemático (no solo de) los judíos.

Y Polanski sirve con esta incuestionable obra maestra los horrores de la tortura humana más allá de la muerte. Cuando veo o leo esta clase de hechos (que claramente no me ha tocado vivir), no puedo sentir más que una devastadora decepción por lo que una persona, que nace como cualquiera, que crece como cualquiera, que muere como cualquiera; puede llegar a ser capaz de estar tan deshumanizado, por si mismo o por el sistema que lo controla, para llegar a ser capaz de no sentir un leve escalofrío cuando quita una vida, o lleva vidas a ser quitadas. Los Nazis son habitualmente retratados como el alma negra del ser humano contemporáneo. Pero hoy en día también se dispara a civiles por las calles, también casi se pisotea a algún agonizante en las aceras, también se defienden con principios lógicos el asesinato racial, religioso, de género...

Ver El Pianista no es una experiencia agradable. La congoja, el dolor, y la indefensión se apodera de todo ser que aún conserve cierta esperanza en la raza humana. Polanski y Brody llevan al espectador por un viaje emocional mediante miradas a través de ventanas y tras murallas de la Varsovia de la Guerra, pero ver en primera plana esos horrores, como se desmorona una civilización entera, produce una sensación inolvidable. Pero además el poder dramatúrgico de la historia es encomiable, tanto en el plano histórico como en el personal (en cuanto al protagonista y su música; sobrenatural Adrien Brody).

Un documento histórico único y perfecto.
jaly
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