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España España · Casablanca
Voto de Rick Blaine:
10
Aventuras. Western Después de desertar de la guerra entre Estados Unidos y México y hastiado de la civilización, el soldado Jeremías Johnson decide dejarlo todo y establecerse en las inhóspitas Montañas Rocosas. Se establece en un territorio dominado por los violentos indios Crow, donde, con la ayuda de un viejo trampero, aprenderá a sobrevivir en durísimas condiciones. (FILMAFFINITY)
27 de mayo de 2008
133 de 152 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jeremiah Johnson es uno de esos personajes que siempre andan por mi cabeza. Forma parte de mi población personal, de mis recursos existenciales cuando los asuntos no van bien. Solemos quedarnos con los héroes solitarios. Que se nos aparecen desde libros y películas de aventuras.

"Las aventuras de Jeremiah Johnson".

Los años setenta llegaron con la fuerza seca, con otro modo de encarar los guiones. Los directores metían la cámara hasta el fondo y alcanzaban buena altura, rompiendo con un teatro escénico, sobretodo en la interpretación, que permitió la naturalidad sin ponerse rodilleras. La frescura. El aire fresco, el aire fétido. El aire libre.

Libertad.

Este western vino con una muesca en todos sus rifles; por fin alguien entró en el cementerio indio con respeto, atreviéndose a jugar un póker con pocas cartas sobre una silla incómoda y sin whiskey a mano. "Jeremiah Johnson" significó la gran historia mínima, la presentación de un hombre que deja atrás el sistema aceptado y alcanza en la montaña todo lo que el hombre debería querer alcanzar. A costa de mucho, claro. Ésa es la aventura. Notar crecer tu barba mientras aprendes a manejar el tiempo y sus señores.

Y gran parte de la grandeza de esta película aparca en Mr. Robert Redford, un actor que, algún día, recibirá más de lo que ya ha recibido. Para mí su papel de trampero "herido" es sencillamente épico. Y recuerdo las escenas con el niño mudo y la india al lado del río. Y el final, cuando acorrala al que le acorralaba.

Una de las grandes, una de las películas que viniendo de los arrebatados setenta se quedaron por siempre en mi cabeza, aunque yo prefiera decir que es Jeremiah quien no para de caminar por ella.

Porque así me siento libre.




Sydney Pollack murió la pasada madrugada. Era un buen cineasta, sólo sea por ésta.
Rick Blaine
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