Sí, vale... Johnny Cash tuvo una infancia marcada por un drama, un padre cabrón, un matrimonio fallido y se hizo adicto a las drogas. Todo muy duro y real, pero también muy visitado por el cine americano.

"En la cuerda floja" no es nada más que algo parecido a "Ray": un biopic sobre un famoso cantante que dejó huella y tuvo una vida tormentosa. Carne de Oscar, vaya.

Pero todo huele a gastado y ya visto: las cogorzas monumentales del prota, la incomprensión ante su peculiar estilo musical, los días oscuros de los que parece que el héroe no saldrá, las scorsesianas peleas a gritos con la parienta, los conciertos míticos...

Lo dicho: MUY VISTO.

Además de que Reese Witherspoon no está PARA NADA digna de Oscar.

Y encima el film dura más de dos horas.

Ya se sabe que los biopics son películas épicas sobre grandes personajes que... BLABLABLA...

Sin novedad en el frente, amig@s.

Y lo que más jode es que se sigue premiando a los biopics.

¿Por qué? ¿Mantienen Holllywood en marcha? Premiar a películas (¡JÁ!) reales y relegar a los taquillazos es de una falsedad y una doble moral alucinantes.

En fin...