En tipos legales nos encontraremos a un Pacino que acaba de salir de la cárcel tras cumplir una larga condena, allí le recoge su buen amigo (Christopher Walken) y se lo lleva a su casa. Lo curioso del caso es que el personaje de Walken ha recibido la orden de acabar con la vida de su amigo en menos de 24 horas, algo que le será cada vez más difícil según vayan pasando las mismas.


Porque durante esas horas los dos personajes irán viviendo ciertas aventuras a la par que recordando sus tiempos como matones en la mafia, unos recuerdos entre lo nostálgico y la comedia.

Es una película que apenas llega a la hora y media, con un argumento sencillito y unas situaciones graciosas pero más por lo absurdo que otra cosa. Sería una película más bien malilla si no fuera por un elemento: sus actores.

Y es que hay actores (Pacino y Walken) que con un guion flojete te levantan la película y te llenan la pantalla, y más cuando la mayor parte del tiempo tienen escenas compartidas con diálogos en los que sin ninguna floritura nos demuestran lo que es un buen actor.

Es suficiente ver a éstos dos para tragarse la película? Para mí sí. E incluso con ellos tenemos una película olvidable, con mas de telefilme que de producción cinematográfica, una película pequeñita y entretenida que aspita a muy poco.