A pesar de contar al frente del reparto con dos de las estrellas más consolidadas del Hollywood de los últimos tiempos como son Susan Sarandon y Dustin Hoffman, “ El compromiso” pasó prácticamente desapercibida durante su estreno en las carteleras de medio mundo. Es una verdadera lastima porque se trata de un buen producto que hubiera merecido una mejor distribución, y sorprende además que el tirón de sus protagonistas no haya contribuido a ello.
La película está ambientada en los años 70 –se nota sobre todo en la ideología de sus personajes- y se inspira en una experiencia personal de su director, Brad Siberling. Cuenta la historia de un muchacho que tras ver como su novia es asesinada en un tiroteo se traslada a vivir a la casa de los que iban a ser sus futuros suegros para intentar así superar juntos el duelo. Aunque el tema se presta a un tratamiento dramático, la película adopta casi desde un principio un tono irónico y en cualquier caso poco convencional. No es lógicamente una comedia de carcajadas, pero al menos tampoco es el dramón lacrimógeno que dado el argumento podía temerse. La película aborda asuntos tales como las relaciones familiares y ya se sabe que últimamente el cine americano (con notabilísimas excepciones con “American Beauty” a la cabeza) suele reservar estos temas para el consabido telefilm de sobremesa.