Por el precio de una entrada el espectador consigue un billete para trasladarse a finales del siglo XVI y visitar las mazmorras de una espeluznante fortaleza.
Y en tan sórdido recinto surge, con ímpetu inesperado, un torrente de ingenio, una vorágine de creatividad cinematográfica, una eclosión de fantasía y un magnífico espectáculo que mantiene el pulso de la intensidad durante toda la proyección.
Los textos de Cervantes cobran vida e inundan la pantalla, el guión (D. Wasserman) alcanza el máximo galardón de la originalidad y A. Hiller combina todos los elementos para que un soberbio P. O´Toole ofrezca una sensacional muestra de destreza interpretativa.