La nueva película de Michael Bay, director de entre otras la famosa saga Transformer, Dos policías rebeldes, o las aclamadas Pearl Harbor y Armageddon, todas ellas repletas de acción, hacía prever que esta no iba a ser menos y, viendo los actores principales, honestamente, ostias no iban a faltar...
Y efectivamente, ostias no faltan, y escenas violentas tampoco, pero lo bueno de la película es que no se estanca en eso, si no que va más allá. Para empezar, está basada en hechos reales y eso incrementa más la sorpresa cuando ves lo inútiles que son todos los protagonistas, a cada cual peor. La película es una locura, repleto de humor negro que te sacará una sonrisa más de una vez, con un apartado visual espectacular, y no me refiero solo a los bellezones en bikini que salen.
Además, si a todo ello le añadimos las excelentes interpretaciones de Mark Wahlberg (me sorprendió mucho, ya que no es un actor que me guste y en esta película me convenció y agradó), Dwayne Johnson "The Rock" (que cada vez me gusta más como actor, sobre todo de comedias. La mayoría de las situaciones cómicas son suyas), y Anthony Mackie. Y para culminar todo el pastel, si metemos como secundario al gran Ed Harris queda una película bastante entretenida, graciosa a la par que muy seria en cuanto al tema que desarrolla, y que busca la reivindicación y la crítica a la sociedad culturista que solo busca el buen aspecto de su cuerpo consumiendo anabolizantes, y se olvidan de cultivar el cerebro.
En resumen, un film que ha superado mis expectativas, y que va más allá de la silicona y los músculos. Para pasar un buen rato, sin duda.