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España España · Santa Cruz de Tenerife
Voto de Travisloock:
7
Drama. Romance Nueva York, años 20. En la alta sociedad norteamericana, llama la atención la presencia de Jay Gatsby, un hombre misterioso e inmensamente rico, al que todos consideran un advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas en su gran mansión de Long Island. Gatsby vive obsesionado con la idea de recuperar al amor que dejó escapar años atrás. Para ello se hará amigo de su vecino recién llegado, el joven Nick Carraway. (FILMAFFINITY) [+]
2 de junio de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por esa maldita certeza que algunos definieron con notable exactitud como "la esencia del arte que casi acariciamos y la perdemos justo en el siguiente instante" me veo a mí mismo, sé que relativamente pronto, solo, mirando los cuadros de Sorolla, en el museo que lleva su nombre en Madrid.

Esto no es una apología ni engreimiento, ni muchísimo menos una pose al saberme visto desde el pasado por mí mismo en este momento que escribo. No quiero despertar misterio, ni ostentar de cierto gusto refinado. Sorolla me fascina en este momento, no sé por cúal motivo. "Ahora estoy con Sorolla", le comenté a mi prima por teléfono el otro día. Lo que busco, y encuentro cristalizándose en un instante para perderlo otra vez, lo he buscado antes en otras obras que ahora no me ofrecen ese resplandor repentino e intermitente. Algunos hablarán de que me aferro a un ideal estético, y quiero comentar que si quizás también pudo haber algo de eso en un principio, al final esa búsqueda hace ya un tiempo me engulló totalmente.

Una luz verde que parpadea, un farolillo que gira ininterrumpidamente en la otra orilla. Jay Gatsby, Carraway y Fitzgerald son los mismos. Gatsby, sabiendo que Carraway mira su figura recorta sobre el embarcadero de West Egg, ha de fijarse en ese misterio que aparece y desaparece, pues ha de rendirle cuantas sobre esto a Fitzgerald, quién a su vez ha de callar y seguir haciéndolo respirar a pesar de saber que con Daisy en sus brazos la persistente luz verde seguirá apareciendo en las noches claras, cuando no se levanta la niebla de la bahía de Hudson.

No es posible hacer una más fiel adaptación al libro. Por ello como film no termina de funcionar. El director de Moulin Rouge refleja todas las sutilezas y las obviedades de los personajes. La escena del té es cursi; no porque Gatsby lo sea, sino porque en el sur las cosas se hacían así. Y a pesar de que el tecleo de una máquina aparezca en la pantalla con frases textuales del libro, echo de menos precisamente eso, que Bar Luzhman no citará el lamento de Carraway de que al final ese verano en Nueva York era otra historia del sur. De personajes faéricos, odiosamente etéreos en ocasiones, y duendes enamorados de luciérnagas en la noche, malditos desde el comienzo de su existencia. De todo eso habla la película, con una fidelidad al libro casi enfermiza, escena por escena. Pero ya puestos a remarcarlo, que mejor que citar el sur y sus formas como contexto, sin exculpar ni volcar todas las explicaciones de los hecho dramáticos del libro o film, sino como un punto más para dar una idea del autor, su queja y de una idiosincracia ajena, pero embriagada en ese nuevo jardin.

Pues sí, Luzhman no sólo ha sido el adaptador de Gatsby que más ha entendido el libro, sino también el que más lo amado, con todos los inconvenientes que eso conlleva.
Travisloock
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