Segunda parte de aquella maravillosa Comunidad del anillo, ahora dividida en dos hobbits, otros dos hobbits y los tres guerreros. Es muy notoria la diferencia de estilo, tono y ritmo con respecto a la anterior, elementos que analizaremos a continuación.

Los que no leyeron el libro la adoran, considerando que la primera era más lenta. Los que sí lo leyeron la consideran un tanto inferior, por volverse más humana y menos solemne que su predecesora: en cierta forma ambos espectadores tienen razón.
Las dos torres es mucho más vertiginosa y galopada: allí en donde la Comunidad hacía los lujos de la contemplación poética, Las dos torres subordina esos elementos en función del espíritu profundamente bélico que domina al segundo libro. La primera es una fantasía deliciosa; la segunda, un notable libro de caballerías y, por lo tanto, esencialmente medieval.

La Tierra Media es, más que nunca, la edad media, pero plagada de una mitología propia. Los Rohirrim, Gandalf y el trío maravilla aportan la lucha; Gollum, Frodo y Sam, las aventuras. Los diálogos aportan facetas bien artúricas: "quedas desterrado, Eomer, hijo de Rohan", y varias circunstancias por el estilo.

En mi opinión, la más "flojita", pero cada cual selecciona su preferida: las tres son ejercicios de arte y estilo. El espíritu de El señor de los anillos vive en las tres pelis: eso es indudable.