Una de las grandes obras maestras del cine moderno y obra cumbre del cine independiente norteamericano.
Un desconocido Tarantino, que ya había impactado a la crítica con su violenta "Reservoir Dogs" (aclamada como una de las mejores óperas primas de la historia), toca el cénit de su talento, reconocimiento y popularidad con la extraordinaria "Pulp Fiction". Repite la fórmula que utilizara en su debut, esto es, mezclar de manera genial préstamos de otros. De esta forma crea un estilo único y original, que le ha convertido en el cineasta más imitado e influyente de los noventa.
Tarantino se ratifica como un guionista brillante, escribiendo uno de los mejores guiones de siempre, en el que crea una pléyade de personajes y situaciones tan característicos, que bien podrían ser cada uno de ellos motivo, por sí sólos, de un guión cinematográfico.
En "Pulp Fiction" también se vuelve a mostrar como un gran director (lástima que no dirigiera su guión de "Amor a quemarropa") con un excelente dominio del ritmo, estructura narrativa y de la música (creada a base de temas ya editados). Hay que reconocer que es un alumno aventajado (no declarado) del maestro Kubrick, que ya utilizó esa estructura narrativa en "Atraco Perfecto" y el uso de música ya editada prescindiendo de BSO en "2001: Una Odisea del espacio".
Se reconoce también en "Pulp Fiction", como ya ocurriera en su debut, que es un gran director de actores (ayudado por los caramelos de papeles que les da) y talismán para la revalorización de sus respectivas carreras.
Inigualable.