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España España · Córdoba
Voto de Talía666:
2
Drama Una mujer, profesora de piano en un conservatorio, frecuenta cines porno y tiendas de sexo para escapar de la influencia de su dominante madre. Uno de sus alumnos se propone seducirla. (FILMAFFINITY)
7 de enero de 2016
26 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más Haneke, en su línea habitual, nos obsequia con una historia de personajes y emociones extremos, naturalmente plagada de imágenes pretendidamente impactantes específicamente diseñadas para golpear con saña la sensibilidad del espectador más incauto.

No se puede negar que el personaje de Isabelle Huppert es fascinante y tiene una fuerza magnífica. Una mujer completamente fría, hermética, que nunca ha conocido el amor y que vive la sexualidad de una forma brutal, instintiva, únicamente capaz de sentir a través del dolor y la humillación. Vamos, un regalazo para cualquier actriz.

En realidad lo que vemos es una historia de amor imposible entre esa mujer de emociones extremas y un tipo que se siente irremediablemente atraído y repelido a partes iguales por la inquietante personalidad de ella.

Sin embargo, lo que podía haber sido una película interesante porque el planteamiento inicial efectivamente lo es, se queda en mero estudio clínico de la supuesta patología de la mujer. Sí, hay muchas imágenes destinadas a sacudir emocionalmente al espectador (la de la cabina de cine porno, la del autocine, la de los cristales, por supuesto la de la cuchilla) pero todo se queda en eso, en golpes sueltos e inconexos que tampoco explican demasiado bien las reacciones de la protagonista.

No entiendo tampoco qué pretende Haneke con el personaje de la madre. No sé si insinúa tal vez que es ella la culpable de la forma de sentir de la hija. O que las tendencias sadomasoquistas se explican por la existencia de un padre o una madre posesivos o castradores. Me parece un poco simple.

Y ya puestos a diseccionar personajes…no sé si es más normal el comportamiento de él que el de ella. Ni si esa atracción que el alumno parece sentir hacia su profesora, una estricta gobernanta de manual, es absolutamente sana. Dónde está la barrera entre el sexo enfermizo y/o anormal y el “normal”?

Me decepciona muchísimo el tratamiento que Haneke le da al tema. Me parece muy simple, muy básico; sí, las imágenes tienen muchísima fuerza y pueden hacer pupita a determinadas sensibilidades (desde luego no a la mía) pero se queda en lo accesorio y lo deja todo en manos de la crudeza visual.

Una de las escenas más desgarradoras y a la vez más fallidas es el momento en que él lee la carta en la que ella le pide lo que quiere. Ninguno de los personajes reacciona con un mínimo de credibilidad; ella pasa del dominio de la situación a la sumisión absoluta, a la humillación total. Y él muestra una sorpresa que no se explica muy bien después del encuentro sexual en el baño, donde ella da ya claras muestras de no entender la sexualidad de una forma demasiado ortodoxa.

En definitiva, como me suele pasar con Haneke, todo me suena a impostado. No consigo creerme casi nunca a sus personajes, y muchísimo menos empatizar con ninguno de ellos. Puedo reconocer y valorar el esfuerzo interpretativo que hacen los actores, muy especialmente Huppert con ese personaje bombón que le ha tocado, pero en ningún momento terminan de convencerme. Y el problema no es de ellos, es del director, que ha cargado tanto las tintas que los ha convertido en imposibles.

Pero bueno, el tío con todo lo pretencioso que es, al final cuela la bacalá y consigue su objetivo. La crítica lo aplaude, celebra sus películas y hace sesudos análisis sobre ellas, lo considera un gurú del cine, y encima le inflan a premios chulos de esos que dan muchísimo prestigio. De paso imagino que se estará forrando, por lo cual no tengo más remedio que darle mi más sincera enhorabuena aunque a mí sus películas me parezcan pura bazofia.
Talía666
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