Hace unos días me puse a ver los cortometrajes de esta peculiar pareja y, para qué negarlo, quedé gratamente sorprendido. Cierto es que había uno algo soso (viaje a la luna), pero los otros dos me encantaron, especialmente el de "Los pantalones equivocados", habiéndome encantado sobretodo el personaje del pingüino. Brutal. Por tanto tenía muchas esperanzas puestas en el debut al largometraje de Wallace & Gromit. Y como ya me pasó con "Aqua Teen Hunger Force" y en menor medida "Los Simpsons", acabo la cinta con una sensación agridulce.

Al César lo que es del César: técnicamente es fantástica. Lo cierto es que sólo se nota progreso -realmente- en las animaciones, dado que a nivel de modelado es bastante similar a los cortos de hace varios años. Los fondos están cuidados, los gestos y animaciones faciales también, se genera constantemente el movimiento y no hay cuadros de animación que se congelen ni nada similar. Por ahí, vamos bien. Los inventos de Wallace siguen siendo imaginativos y el diseño de personajes es irreprochable: sencillo pero funcional.

El problema viene en el guión. Donde en el corto "Los pantalones equivocados" e incluso "Un esquilado apurado" habría brillantez, o al menos muy buenos gags, aquí tenemos algo plano, soso y que no soporta demasiado bien los 80 minutos: se antoja alargado, con relleno que no es nada atractivo y reiteración de varias escenas o explicaciones que no ayudan demasiado. La película no es aburrida, de hecho entretiene lo suyo, pero le falta chispa y, especialmente, algo más original. Está genial que homenajeen a clásicos del cine y demás, pero no acaba de cuajar. De nuevo, recalcar que a nivel técnico no hay ninguna pega, pero sí con respecto a lo que se cuenta que, dicho sea de paso, tampoco es tan desastroso: únicamente no está al nivel esperado; al menos a mi juicio. Sea como fuere, la recomiendo de nuevo por que técnicamente está muy, muy bien. Y qué coñe, al menos es original… ¡No es de animales parlantes! (más o menos)