Me resulta inevitable compararla con Secretary, donde la protagonista goza haciéndose daño cruelmente hasta que encuentra un machito que le azota en el culito. Aqui viene a suceder lo mismo pero sin humor y sin dejar claro el lugar en el que están y posteriormente se quedan los protagonistas, o sea, un dramón.

Una maravillosa Isabelle Huppert nos muestra lo terriblemente pragmático que puede llegar a ser un humano, a priori normal, para sentirse realizado y disfrutar, lo que se antoja complicado y parece contradictorio, a tenor de las prácticas y resultados.

No seré yo quién ponga peros a las manías o apetencias o necesidades ( llámenlo como quieran ) sexuales o existenciales de cada uno, pero sí se los pongo a Haneke a la hora de mostrárnoslas, demasiado despacito avanza esta historia, por momentos muy lenta, casi te dan ganas de planchar 40 camisas mientras la ves porque da la sensación de que no te perderás nada entre manga y manga, y no me refiero a los planos en que se queda mirando una puerta a través de una carretera mientras pasan coches, uno, otro, otro, otro. No, no a éstos, que de alguna manera se agradecen y representan una manera de hacer cine, una identidad, la europea ( al menos para mi ).

Bueno pues el porqué de que no me haya gustado en exceso tal vez se deba a lo difícil que me resulta comprender si la pareja funciona en ese caos, o es el caos lo que hace que no funcione. No me queda claro que hayan llegado a entenderse, y bueno, él me parece desastroso, claro que al lado de ella es complicado no desmerecer. Estas dudas unidas a la lentitud de la narración y a que no he visto por ninguna parte, como me advertían desde esta página, imágenes duras y violentas, es lo que me hace darle el 6, porque interesante al menos sí que es.

Pues eso, con Secretary me reí, con esta ni una cosa ni otra, pero bostezos se me escaparon unos cuantos.