Si quieres ser directo y explicarle a un amigo de qué va Legión, dile que es Terminator (como Avatar es Pocahontas, pues lo mismo). Lo único que varía es que a la Tierra viene un ángel rebelde (Michael) que se corta las alas y viene a salvar la humanidad. Porque, sí, los ángeles vienen a matarnos, por orden de su omnipotente jefe, Dios. Al parecer, se ha cansado de tanta tontería que tenemos nuestra gran raza. Lo primero que tengo que decir de todo esto: vamos a ver, señores guionistas, ¿no piensan que sería mejor tirar del Diablo y sus demonios? Pero bueno, ya que está hecho así, ¿por qué no cogéis mejor a Lucifer, el ángel que se rebela en la religión cristiana?

Pero bueno, delirios aparte de un guión casi inexistente y totalmente predecible. La acción se sitúa en prácticamente la totalidad del filme en el restaurante de una gasolinera, donde un grupo de personajes se atrincheran a las órdenes de Michael. La película tira de los clásicos estereotipos y va dejando atrás a todos los prescindibles. Da la sensación que la cosa no avanza, los diálogos son insustanciales, inútiles y la relación entre los personajes es de idiotas, sin profundidad alguna en ninguno de ellos.

De la película yo creo que se salva una escena, si me apuras dos. No sé qué género te tiene que gustar para poder recomendártela, porque esto flojea en cualquier aspecto. En los spoilers comento algunas escenas “curiosas”, aunque la película entera es para comentarla y destriparla, porque vale muy poco. Y la única cosa que creía yo que podría salvarse sería una banda sonora con épicos coros celestiales, pero ni eso.