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Voto de EuTheRocker:
6
Drama Un cuento moderno sobre la obsesión por la popularidad. Stafford Weiss es terapeuta y escribe libros de autoayuda. Tiene una mujer sobreprotectora, un hijo antigua estrella de la TV en rehabilitación y una hija que acaba de salir del psiquiátrico. La principal cliente de Stafford es una famosa actriz, a punto de interpretar el papel que hizo su madre en los años 60. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2015
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Si hay un lugar en el mundo donde el amor y el odio fecundan irracionales pasiones, ese es Hollywood. Quintaesencia de un estilo de vida deseado por muchos y criticado por tantos otros, la famosa colina de Los Ángeles y sus alrededores han sido prácticamente desde el nacimiento del cine, la cuna de una sociedad que ha ido corrompiéndose a sí misma, reatroalimentando sus errores con la depravación del éxito y la soledad del fracaso. Un lacerante caldo de cultivo que ha pasado por encima de grandes estrellas, idolatradas por un público habituado al ejercicio de la adoración y el olvido a partes iguales. Muchos son los nombres que se han visto en la cima del mundo, luchando con uñas y dientes por alcanzar el ansiado status de estrellas, para después ser empujados al abismo de la inopia con la frialdad más descorazonadora.

Con esa peligrosa dualidad entre el reconocimiento y el olvido de por medio, y acercándose a esa estirpe de falsos ídolos, David Cronemberg disecciona con su meticuloso ojo clínico un universo al que se acerca con su particular estilo desnuso y visualmente violento, utilizando un sarcasmo superficiel que hiere pero no mata, como suele ser habitual en la filmografía de un realizador experto en tirar la piedra y esconder la mano. Cronenberg se mantiene fiel a su espíritu calculador, y maneja su última obra con la técnica del ingeniero, y el ingenio del que desconoce la técnica. Se adentra en un mundo oscuro sobre el que sitúa el punto de mira de unos dardos cargados de un veneno que no mata, sino que deja una insatisfactoria sensación de oportunidad perdida. Cronenberg se propone caricaturizar sin hacer leña del árbol caído, creando un desconcertante juego de luces y sombras por el que asoman las formas de su anterior cinta, la fallida y pretenciosa "Cosmópolis", dejando confusas divagaciones innecesarias, a la vez que muestra la brillantez de muchos de los trabajos de sus inicios. Cronenberg parece posicionarse lejos de su propio relato, y ese distanciamiento choca con la vertiente más exagerada e irreverente de una película que pide a gritos dejarse llevar por los derroteros del descontrol, alejándose del dramatismo existencial.

Una descompensada balanza que envuelve a un reparto cargado de grandes nombres entre los que cabe destacar por méritos propios (y deméritostambién) nombres como los de la siempre genial y descomunal Julianne Moore; el histriónico y sobreactuado John Cusack, cuyo papel funciona a la perfección con el tono que la cinta pide; el insustancial Robert Pattinson, que parece vivir ahogado en la sombra de su propio éxito, queriendo demostrar al público adulto algo que llega a aparecer nunca; la presencia desconcertante de una Mia Wasikowska que parece solvente, pero no termina de deslumbrar; o el sensacional trabajo del jovencísimo Evan Bird.

Y es que "Maps to the stars" funciona, al igual que su argumento, en la línea que separa el éxito del fracaso, acumulando algunos momentos de genial inspiración, con otros de desconcertante y fallida poética visual. Aunque el talento de Cronenberg late en muchos de los fotogramas de un título que funcionaría mejor desde la perspectiva del absurdo más cruel, el circo de los horrores plagado de fantasmas autodestruidos sobre el que orbita este mapa de las estrellas no llega a colapsar on el público por la falta de pasión de un ejercicio excesivamente calculado.
EuTheRocker
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