Uno de los estrenos de la temporada es una serie en la que nada es lo que parece. Bueno sí, pero no... Parece una serie teen de institutos, y lo es, pero no. Parece una serie sobre sexo, y lo es, pero no. Y parece una serie orientada a un cierto target de edad (joven), y lo es, pero no... Y es que Sex Education es mucho más de lo que parece.

Estamos ante una serie 'progresista', que habla de sexo sin tapujos, de forma directa y normalizándolo como un componente más de nuestras vidas (!). De forma hilarante, y con la empatía como centro emocional, afronta la adolescencia como un camino de aprendizaje, pero también como una vía de redescubrimiento para espectadores más talludos. De la mano de unos personajes multidimensionales, con infinito carisma, entrañables, y que al segundo episodio ya cuentan con nuestra simpatía, la serie se desenvuelve con soltura e ingenio ante situaciones aparentemente bizarras aunque secretamente cotidianas.

Lo que empieza posiblemente escandalizando, logra en un par de episodios hacernos cómplices y anhelantes de acompañar a los protagonistas en sus tramas subyacentes, en su evolución emocional y también, claro está, en sus tribulaciones sexuales. Y es que al final el sexo es sólo la excusa, el color de una fotografía en blanco y negro velada repleta de drama, de vida... El sexo es aquí a la vida lo que en la serie la comedia al drama: un medio de revelación.

Quiero más.