Son los miedos y las sorpresas de apostar por un amor en el que la distancia precipita y no asienta. Una película en la que, tras una circunstancia puntual, expresa todos los problemas de sacar adelante una relación, el difícil y arduo trabajo de intentar conjugar amor y convivencia, fidelidad y sinceridad... El guion deja claro que antes de creernos el amor tenemos que sincerarnos con nosotros mismos y los protagonistas juegan al ambiguo juego de la aceptación de no decir no, de estar abiertos a todo para permitir el todo. Un juego que descoloca a los propios protagonistas que caen en sus propias trampas. Lo interesante es ver que no siempre llega con amar, si no que debe haber respeto y confianza, esas palabras que sobrevuelan toda la historia pero no se ponen encima de la mesa... La expresión del miedo al rechazo es el principio de todos los males de sus protagonistas. Una historia intensa en su planteamiento, pero ya muy conocida en su fondo...