John Sturges dirige este magnífico western, que funciona en gran parte gracias a su estupendo elenco de actores, quienes dotan de cierta profundidad a sus personajes, logrando así que la historia sea algo más que los típicos tiroteos entre héroes y villanos. En ese sentido el film trata de desmitificar la figura del pistolero, la cual es en principio muy atrayente por el poder y la acción que ésta conlleva, pero se trata de un poder efímero pues, a la larga, no tiene futuro. Con claras reminiscencias al cine de Kurosawa y una banda sonora que ha pasado a la historia, "Los siete magníficos" se ha convertido, por derecho propio, en uno de los grandes clásicos del western cinematográfico.