Como ahora tengo poco tiempo para ver cine debo seleccionar lo que veo… Y aquí estoy haciendo una crítica de «Retroceder nunca, rendirse jamás»… Qué mal estoy.

Hombre, viendo la temática te entra la curiosidad. Artes marciales, los ochenta, ambiente juvenil, el fantasma de Bruce Lee y Jean-Claude Van Damme en el que puede que sea su primer papel. Por supuesto, hace de soviético malo pero, entre tú y yo, maldades, maldades no hace ninguna. El pobre viene de un país marxista, no conoce el idioma, seguro que el mafioso le ha liado como secuaz peleón y no sabe muy bien lo que está pasando… Seamos comprensivos con Ivan.

A decir verdad, «Retroceder nunca, rendirse jamás» no es que sea gran cosa y para lo que más nos puede servir es para saber qué se entendía por lo masculino en los ochenta y, de paso, hacerle un homenaje al maestro Bruce Lee, a quien introducen en una trama algo delirante que, sin embargo, va en sintonía con el espíritu de la película.

A un adulto no creo que le impresione pero a un chaval en desarrollo hormonal seguro que le engancha. Y eso no es malo.