Los primeros 27 minutos de 'El vuelo' son impresionantes. Luego la historia transcurre con más pena que gloria para contarnos durante hora y media más la adicción al alcohol del piloto. El culmen llega a las 2h y 5 minutos, en la que la película se torna una americanada total. Se añaden luego 10 minutos más para tener el final feliz que toda americanada merece.

La culpa es mía, por ponerme a ver una de Denzel Washington, un actor que elige cuidadosamente sus papeles, sabiendo que siempre hace el mismo personaje: el de tipo de moral recta que siempre hace lo correcto cuando las cosas se ponen feas.

Supongo que hay un público inmaduro al que este final le parecerá el mejor de los posibles, pero señores, seamos realistas: todos sabemos qué hubiese contestado un piloto ante los federales si este fuese un caso real.