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México México · México Distrito Federal
Voto de Coleccionista Visual:
8
Drama Ryoata, un arquitecto obsesionado por el éxito profesional, vive felizmente con su esposa y su hijo de seis años; pero su mundo se viene abajo cuando los responsables del hospital donde nació su hijo le comunican que, debido a una confusión, el niño fue cambiado por otro. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Transcurridos los años después de haber importado a México "Nadie Sabe", filme por demás desgarrador y a la vez de gran valor, el director vuelve a recobrar notoriedad en Cannes con esta nueva entrega lo cual le permite su retorno por estos lares no sólo en el circuito organizado por la Muestra Internacional de Cine, sino a nivel comercial por un tiempo de exhibición bastante aceptable.

Para esta ocasión el circulo familiar vuelve a ser el centro de atención del director y se sitúa en una posible disyuntiva mas no imposible de ocurrir en el área de maternidad de un hospital: el intercambio de recién nacidos y que con los años los padres nunca se percaten que quien vive con ellos tiene una relación más de crianza que de entraña y sangre.

Koreeda va explorando el entorno de Ryoata, un arquitecto de renombre y economía bastante desahogada como cabeza de familia y sus proyecciones a través de su hijo, de quien espera todo de sí en su comportamiento rutinario, sin olvidarse de su aspecto intelectual e incluso talento como futuro pianista. Si bien todo parece funcionar dada sus propias expectativas, la rigidez con la que se maneja no le permite flaquear ni en los momentos de ocio y girará la concepción de la paternidad cuando una notificación por parte de las autoridades del hospital en el cual nació Keita le llegué vía telefónica. Por otro lado indagará la estabilidad de su contraparte, la autentica familia del que creía su primogénito y notará cuáles son las bases del equilibrio cuando no todo está regido por la cuestión económica.

El director no titubea ni divaga entre el objetivo real del filme, nos muestra las distintas aristas que tiene la sociedad japonesa al tomar posturas ante los hechos, y jamás se percibe que su salida sea de las gratuitas acostumbradas en otras latitudes; se plantea el choque psico-socio-cultural cuando están reunidas las familias, cuando los infantes son intercambiados nuevamente y se nota la sobreprotección vs. permisión por explorar el entorno.

La película no requiere un montaje distinto, su estructurada lineal se percibe bastante agil en su narración, caso que le favorece una vez más a este japonés, que cautiva a través de sus dramas a Occidente.

De tal palo, tal astilla... como es de suponerse puede más el lazo de convivencia diaria que la sangre.
Coleccionista Visual
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