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Voto de Sadman:
8
6.4
40,580
Aventuras. Bélico. Drama
Año 1776, en plena guerra de Independencia entre los colonos de Nueva Inglaterra y las tropas del rey británico Jorge III. En Carolina del Sur, el viudo Benjamin Martin (Mel Gibson), heroico soldado en Francia y en la India, renuncia a combatir para cuidar de sus siete hijos. Pero la pacífica vida de la familia Martin se ve alterada cuando Gabriel (Heath Ledger), el hijo mayor, se alista en el ejército; mientras tanto su padre se ... [+]
21 de octubre de 2010
33 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprende esta cinta, viniendo del inclasificable Emmerich, autor de desaguisados tales como "Independence Day". Sin embargo, y esto hay que decirlo, es una película no apta, de entrada, para espectadores que, bien por el título, bien por el actor, creen tener ya una idea de lo que van a ver y lo que no y van con una cara de perro por delante. Pues no.
He leído muchas críticas demoledoras, agresivas y hasta ofensivas que ignoro cómo han pasado -si lo han hecho- el filtro de los moderadores por su agresivo lenguaje. Y visto esto, francamente, me pregunto si tales críticos se han molestado en ver la película o, simplemente, se han puesto a escribir al ver una carátula de una película americana con la cara de Gibson en portada y que pone "el patriota". Porque es chocante encontrar opiniones tan sumamente contradictorias ya que, en otros casos, otros lectores le plantan un 10 redondo. Algo pasa, señores.
Si hay que ceñirse a los aspectos técnicos y artísticos -y no a los ideológicos o políticos- hay que reconocer a esta película su vigor interior, su capacidad de emocionar al espectador. Y lo hace de una manera progresiva, desde la contención inicial de unos personajes atrapados por los acontecimientos en una época turbulenta, que se resisten a cambiar su tranquilo modo de vida, a luchar desesperadamente por conservar algo de todo aquello tras una serie de grandes tragedias. La película trata grandes temas con sensibilidad y eficacia, cuenta con muy buena ambientación, buena acción, buenos actores -especialmente los secundarios-, buena banda sonora y, curiosamente, con buena dirección. Los hechos se comprenden y se justifican y, al final, el título "el patriota" queda en una especie de metáfora ya que el tal patriota acaba siéndolo más bien de rebote. Por eso es muy chocante que se tache a esta película de "patriotera". Con muchas menos peripecias que las del protagonista muchos de nosotros seríamos más que "patriotas", según eso. Curioso.
En fin, una magnífica cinta que vale la pena ver.
He leído muchas críticas demoledoras, agresivas y hasta ofensivas que ignoro cómo han pasado -si lo han hecho- el filtro de los moderadores por su agresivo lenguaje. Y visto esto, francamente, me pregunto si tales críticos se han molestado en ver la película o, simplemente, se han puesto a escribir al ver una carátula de una película americana con la cara de Gibson en portada y que pone "el patriota". Porque es chocante encontrar opiniones tan sumamente contradictorias ya que, en otros casos, otros lectores le plantan un 10 redondo. Algo pasa, señores.
Si hay que ceñirse a los aspectos técnicos y artísticos -y no a los ideológicos o políticos- hay que reconocer a esta película su vigor interior, su capacidad de emocionar al espectador. Y lo hace de una manera progresiva, desde la contención inicial de unos personajes atrapados por los acontecimientos en una época turbulenta, que se resisten a cambiar su tranquilo modo de vida, a luchar desesperadamente por conservar algo de todo aquello tras una serie de grandes tragedias. La película trata grandes temas con sensibilidad y eficacia, cuenta con muy buena ambientación, buena acción, buenos actores -especialmente los secundarios-, buena banda sonora y, curiosamente, con buena dirección. Los hechos se comprenden y se justifican y, al final, el título "el patriota" queda en una especie de metáfora ya que el tal patriota acaba siéndolo más bien de rebote. Por eso es muy chocante que se tache a esta película de "patriotera". Con muchas menos peripecias que las del protagonista muchos de nosotros seríamos más que "patriotas", según eso. Curioso.
En fin, una magnífica cinta que vale la pena ver.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película se ambienta en los albores de la Indepencia americana. Vale. El actor principal es Mel Gibson y te podrá gustar o no. Vale. ¿Es por eso por lo que la película es "patriotera"? No, no lo es. ¿Hace Gibson una apología de la violencia o comportamientos "fascistoides"? No, no lo hace. ¿Entonces, por qué hay quien califica a esta película como patriotera, fascistoide, basura, porquería, etc. etc. etc.?. Sinceramente, ni idea. Que se lo hagan mirar porque es preocupante.
"El nacimiento de una nación", de Griffith, con sus cargas a caballo del Kul-kux-klan debería ser erradicada por tanto de las filmotecas, calificada como auténtica basura fascista y tirada a la hoguera de las mayores inmundicias, ¿no?. Pues mira por donde, en los libros de historia del cine te la ponen como uno de los mayores clásicos del cine. Muy curioso, oiga.
Aquí, al contrario, el "pobre" de Gibson resulta que es un ex-guerrillero famoso por su pasado violento y despiadado que, asqueado de sí mismo, no quiere saber nada más de guerras y enfrentamientos y, hasta que matan impunemente a uno de sus hijos se resiste con todas sus fuerzas a empuñar un arma. ¿Esto es algo punible? ¿Es este personaje, que se cuestiona la necesidad de llevar a su país a las desgracias de una guerra un personaje fascistoide?. ¡Pero si más bien habría que ponerle el símbolo hippy de la paz en la solapa!
Claro, luego, cuando tiene que salvar a otro ya termina de asumir la necesidad de pelear y lo hace como él sabe: con fiereza y saña. ¿Qué haríamos nosotros por salvar a nuestros hijos si supiésemos pelear?. Creo que entender esto es más sencillo que hacer la "o" con un canuto.
Y, claro, ya metido en faena y habiendo sufrido las correrías de la soldadesca, nos extrañará que se adhiera a la causa y avance con ímpetu hacia las filas inglesas bandera americana en mano, máxime cuando el que está enfrente es el que ha matado a su propio hijo. Pues no, mejor que le saque brillo a la casaca roja y se tomen una birras.
Realmente, mezclar política cuando no viene a cuento es algo que se antoja desgraciado. Los árboles no dejan ver el bosque y, como en este caso, se acaban denigrando productos que realmente valen la pena. Esta película tiene sus defectos, claro que los tiene, pero tiene una fuerza interior y una vitalidad que transmite emoción, que llega dentro, algo que no sucede con otros productos asumidos como "políticamente correctos" y que, a base de "políticas", ni fú ni fa. Los sucesos aquí narrados, situados en otro contexto y época, poco tendrían que cambiar para ser universales y apreciados. Si no se es capaz de diferenciar la presidencia Bush de la época de las colonias en el siglo XVIII, no se puede ver nada de nada aunque esté delante de nuestras narices.
Menos mal que el cine siempre estará ahí para recordárnoslo.
"El nacimiento de una nación", de Griffith, con sus cargas a caballo del Kul-kux-klan debería ser erradicada por tanto de las filmotecas, calificada como auténtica basura fascista y tirada a la hoguera de las mayores inmundicias, ¿no?. Pues mira por donde, en los libros de historia del cine te la ponen como uno de los mayores clásicos del cine. Muy curioso, oiga.
Aquí, al contrario, el "pobre" de Gibson resulta que es un ex-guerrillero famoso por su pasado violento y despiadado que, asqueado de sí mismo, no quiere saber nada más de guerras y enfrentamientos y, hasta que matan impunemente a uno de sus hijos se resiste con todas sus fuerzas a empuñar un arma. ¿Esto es algo punible? ¿Es este personaje, que se cuestiona la necesidad de llevar a su país a las desgracias de una guerra un personaje fascistoide?. ¡Pero si más bien habría que ponerle el símbolo hippy de la paz en la solapa!
Claro, luego, cuando tiene que salvar a otro ya termina de asumir la necesidad de pelear y lo hace como él sabe: con fiereza y saña. ¿Qué haríamos nosotros por salvar a nuestros hijos si supiésemos pelear?. Creo que entender esto es más sencillo que hacer la "o" con un canuto.
Y, claro, ya metido en faena y habiendo sufrido las correrías de la soldadesca, nos extrañará que se adhiera a la causa y avance con ímpetu hacia las filas inglesas bandera americana en mano, máxime cuando el que está enfrente es el que ha matado a su propio hijo. Pues no, mejor que le saque brillo a la casaca roja y se tomen una birras.
Realmente, mezclar política cuando no viene a cuento es algo que se antoja desgraciado. Los árboles no dejan ver el bosque y, como en este caso, se acaban denigrando productos que realmente valen la pena. Esta película tiene sus defectos, claro que los tiene, pero tiene una fuerza interior y una vitalidad que transmite emoción, que llega dentro, algo que no sucede con otros productos asumidos como "políticamente correctos" y que, a base de "políticas", ni fú ni fa. Los sucesos aquí narrados, situados en otro contexto y época, poco tendrían que cambiar para ser universales y apreciados. Si no se es capaz de diferenciar la presidencia Bush de la época de las colonias en el siglo XVIII, no se puede ver nada de nada aunque esté delante de nuestras narices.
Menos mal que el cine siempre estará ahí para recordárnoslo.