Cójase una buena novela («Se ha posado el águila» de Jack Higgins), un director de sólido prestigio (John Sturges, «La gran evasión») y unos protagonistas consistentes y creíbles; añádase un historia bien contada y tendremos una buena película de acción.

Partiendo de una idea que pudiera ser verdad se hace una historia a la que se le pueden poner pocos peros. Michael Caine, como casi siempre, brillante y solvente; Dondald Sutherland hace imprescindible su personaje. Lástima que para recortar la duración se hayan eliminado trozos de la novela que, sin ser imprescindibles, dan más consistencia a la narración. De todas formas merece la pena tenerla y guardarla.