Lo mejor que se puede hacer con esta serie es seguirla desde el primer capítulo hasta el último, aunque la última temporada fue la más floja. Es fantástico ver la evolución de los personajes. La extravagante Phoebe es el mejor papel de la serie. Ross serio, trabajador, responsable pero a la vez ha cometido la locura de casarse tres veces. Monica y sus manías. Chandler que encontró finalmente el amor al otro lado del rellano tras una vida marcada por una infancia "traumática". Joey, de carácter tontorrón. Reachel, que llegó a la ciudad tras fugarse de su boda, una mujer dependiente, que con la ayuda de sus amigos logró llegar a lo más alto empezando de camarera. Final especialmente conmovedor para los que hayan seguido la serie. Las temporadas intermedias estuvieron llenas de golpes sencillamente fantásticos, situaciones muy divertidas. Otros personajes secundarios también traen buenos recuerdos, especialmente los padres de Ross y Monica. Momentos entrañables, frases míticas. Exaltación de la verdadera amistad. Un grupo de amigos que han creado un vínculo imposible de romper
¡No volverá a haber otra igual!