Una película en clave de comedia adolescente que se queda a medias en su intento de desdramatizar la tensión vivida entre EEUU y Rusia durante los crudos años de la Guerra Fría. El argumento es un tanto inverosímil aunque en la línea de películas de la misma temática; el guión tampoco está mal del todo, con las típicas situaciones más o menos divertidas; en cuanto a la música, en la línea de las comedias ochenteras, con mucho rock y power pop, le dan ritmo a la acción.
Hasta aquí tenemos los aspectos que resultan más interesantes, en cuanto a lo negativo, sin duda, las interpretaciones, salvo en el caso de los tres chicos protagonistas -con especial atención a un jovencísimo Joaquin Phoenix y a su hermana Summer-, todos los adultos están sobreactuados y dejan mucho que desear. También el montaje es muy pobre y consigue que, escenas que tienen bastante trascendencia queden mutiladas.
En fin, las intenciones son buenas pero el resultado final es mediocre cuando no bastante flojo.