70/17(30/04/19) Maravilloso film de acción realizado y escrito (sobre caracteres creados junto a Uma Thurman) por un Quentin Tarantino en estado de gracia, continuación del épico Volumen I, producidas simultáneamente, las dos a la vez, la compañía Miramax por cuestión de metraje o por aumentar taquilla, decidió dividirlas en dos partes (las dos juntas 247 minutos, 111+137), la primera estrenada el año anterior, además tiene sentido dramático, las dos tienen sutiles estiles diferentes, aunque complementarias (necesario para entenderla hay que ver el Vol. I), mientras la primigenia es más pulp, comicquera, más delirante en su hiperrealismo de peleas, esta en dedica más tiempo a dar alma a los personajes, a darles motivaciones, solo hay un enfrentamiento de gran coreografía (Elle Driver vs La Novia), pero continua el enorme mana imaginativo con mucho humor negro puesto al servicio de los homenajes-guiños a distintos estilos de los que es fan QT, el cine de samuráis, de artes marciales, o el spagueti-western, blaxploitation, y por supuesto el grindhouse, envuelta la banda sonora (la original es de Robert Rodríguez y RZA) en eclécticos temas, siguiendo las andanzas de esta mujer (gloriosa Uma Thurman) sin nombre en la anterior que aquí es “bautizada”, que está inmersa en odisea vengativa contra el Escuadrón de Asesinatos de la Víbora Mortal y su líder Bill (David Carradine), quien intentó matarla, estando en la cima el Bill que en la primera no tenía rostro y aquí toma el carismático antagonismo. Adornando las situaciones con diálogos mordaces, con destellos violencia espectacular, con intensidad, y con un clímax arrollador en su imprevisibilidad.

Tarantino vuelve a demostrar maestría al servicio del entretenimiento deliciosamente hilada a su cinefilia, mezcla géneros de modo personal e intransferible, alternar extasiante primeros planos, con el b/n, con diferentes formatos de pantalla, encuadres opresivos, música heterogénea hace emociones palpiten, edición majestuosa, coreografías gráciles, diálogos exuberantemente artificiosos. Ello en miscelánea de la creación de villanos con personalidad propia, no caricaturas, personajes con matices, ejemplo es lo que Budd le dice a Elle sobre La Novia: "Esa mujer merece vengarse... y nosotros merecemos morir"; O el modo sereno en que Bill afronta el clímax. Además se agradece que los secundarios n o se sientan simples perchas, si no que tienen su espacio para darles vida interior.

Film con tono crepuscular, más nostálgico en contraposición al aire de híper-violencia hiperbólica de la primera. Como el primero estructurado en cinco episodios. El primero tras un impactante prólogo se da en la Capilla Two Pines, explicando muchas de las incógnitas de la primera, con una charla cargada de intensidad y dobles sentidos, con sentimientos trémulos soterrados, acabando en un elegante clímax violento fuera de cámara; El que se da en la tumba de “Paula Schultz”, de una tensión estremecedora, juego claustrofóbico, juego de iluminación y de sonido, y sobre todo de formatos de pantalla (de panorámica a 4x3), en conjunción fenomenal con la música brillante; El tramo flash-back de aprendizaje de La Novia con Pai Mei (Gordon Liu), parodia de tantas otras de cómo un mentor duro que enseña a pelear a su alumno, delirante en muchos sentidos, y termina entroncando con el episodio de la tumba; El tramo en la caravana, comienza con el encuentro de Elle Drive con Budd. Con la aparición estelar de una mamba, elemento aprovecha QT para deleitarnos con un extemporáneo video sobre los males del veneno de la serpiente. Pero todo esto no es más lo telonero de la pelea entre dos gatas salvajes de melena rubia, el imaginativo choque cargado de coreografía de artes marciales creadas por YuenWoo-Ping (La saga “Matrix”), Elle vs BK (nos enteramos se llama La Novia Beatrix Kiddo), delirante ejemplo de cómo dar importancia al opresivo entorno (ejemplo claro es el running-gag de que Elle no puede desplegar la katana por lo exiguo de la caravana), terminando todo de modo desgarrador en un gesto neurálgico; Y está el último tramo del muy esperado Cara a Cara, con el prólogo del encuentro de BK con un proxeneta mexicano (aterrador Michael Parks) amigo de Bill. Hasta desembocar en la residencia de Bill en su segundo encuentro en esta película (Carradine abre y cierra este Volumen), fluido subterráneo de sensaciones encontradas (aunque me sobra un recurso burdo que menciono en spoiler), cargado de incisivo tono perverso, con un con sorpresa punzante que da un sentido hondo al encuentro, tras ello… terminando la Épica de modo shockeante.

Hay un elemento da un sentido de empoderamiento femenino mayor, recurso inteligente para la sororidad (solidaridad entre mujeres), me refiero a la importancia deux machine de que BK este al principio embarazada, de cómo es el elemento catalizador de que todo se desencadene, como la maternidad puede transformar a las mujeres. Esto queda patente en la escena incrustada en el último episodio en que BK tiene la misión de “eliminar” a alguien, y justo cuando se hace el test de embarazo es atacada en su habitación por una sicaria (Helen Kim como Karen), BK intenta no entrar en colisión con ella temiendo por el ser que lleva en su vientre, intenta convencerla para se vaya mostrándole el test, produciéndose la hermandad femenina (sororidad), esto en contraste con el inicio de este segundo volumen, donde ante las suplicas (poniendo al bebe de motivación) de BK este responde disparándole en la cabeza; Esto puede verse enlazado con un tramo de la primera parte, donde BK se enfrenta a una de la lista, Vernita (Vivica Fox), esta le pide le perdone la vida por su hijita (de 4 años) presente en el lugar y BK no tiene compasión (su carácter se ha endurecido en el individualismo).

Puesta en escena es lo ecléctica que prodiga QT, con notable diseño de producción de David Wasco (“Malditos Bastardos”), por capillas sudorosas en medio de desiertos,… (sigo en spoiler)