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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Animación. Comedia En un supermercado, los alimentos que viven allí adoran a los compradores humanos considerándolos como dioses que los llevan al "Gran Más Allá" cuando se compran. Entre los productos comestibles del supermercado está una salchicha llamada Frank, que sueña con vivir con su novia, un bollo para perritos calientes, Brenda, en el "Gran Más Allá", donde finalmente puedan consumar su relación. Los paquetes de Frank y Brenda son elegidos pero ... [+]
18 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
174/23(17/06/20) Zafia comedia en formato animación, no apta para los niños debido a sus constantes referencias sexuales (todo el agotador y cansino tiempo haciendo chistes fálicos que se meten en rendijas, o hablando de masturbaciones, culminado esto en una aberrante orgía que solo hace brillar la ausencia de ideas, y solo intentan escandalizar por la vía rápida) y a su lenguaje lenguaraz. Dirigida por Greg Tiernan y Conrad Vernon, escrita por Kyle Hunter, Ariel Shaffir, Seth Rogen y Evan Goldberg a partir de una historia de Rogen, Goldberg y Jonah Hill, derivando en una parodia de las películas de Pixar, sobre todo de “Toy Story”, donde en el film de la compañía del flexo saltarín eran los juguetes los que tomaban vida, aquí son todos los elementos vendibles en un supermercado, humanizando la imagen desde la comida, los botes, el papel higiénico, los paquetes, los condones, o los enjuagues vaginales, según un criterio arbitrario. Siendo protagonista una salchicha antropomórfica llamada Frank, todos en el súper profesan una especie de fe en el ser superior que es el humano consumidor que en cualquier momento los cogerá de la estantería y los llevará a un mundo mejor, esto reflejado en la canción inicial donde hacen una loa a ser los elegidos por los ‘Dioses’. Frank descubre que la verdad es que están destinados a ser comidos y destrozados por los humanos. Con esta idea se intenta hacer una sátira sobre las religiones de como son el opio de los pueblos, esto es un ingenioso punto de partida de la alegoría sobre la manipulación de los cultos, pero este pensamiento es tratado de un modo endeble, perdiéndose en medio de unos roles repelentes que solo se expresan mediante lenguaje soez, donde no pueden estar 15 segundos sin soltar una palabrota o una expresión sexual tosca. El tropel de chistes sobre salchichas cual falos intentando meter la puntita en las rajas de panecillos resulta grotesco, no saben medir que la reiteración constante llega a aburrir e insensibilizar. Para dar algo de chicha está un tremendo elenco de afamados intérpretes dando voz a los insulsos personajes: Seth Rogen, Edward Norton, Selma Hayek, Michael Cera, James Franco, Jonah Hill, Paul Rudd, Kristen Wiig, Bill Hader (de la serie “Barry”), Nick Kroll (cvreador de la serie de animación “Big Mouth”), David Krumholtz (de la serie “Numb3rs”, Danny McBride (de la serie “Vice Principals”), Craig Robinson (de la serie “Brooklyn Nine-Nine”.

Seth Rogen se distingue por ser un ‘gamberroide’, y hace gala de ello, tanto en sus guiones, como en sus actuaciones, aquí reservándose el papel de la voz protagonista no es una excepción, moviéndose en medio de un sub mundo de ‘teta, culo, pedo’, adornado por dosis de drogatas (reservan otro papel a otro de los colegas de Rogen, como es James Franco como voz de un porrero, potenciando el estereotipo del actor). Asimismo introducen mucho chiste étnico y sobre homosexuales (tanto femeninos como masculinos), pero todo ello en un nivel muy básico, de primero instituto, y si es muy puesto, mejor. Haciendo sobresalir el humor malsonante sin gracia, apegándose a lo primario de querer soliviantar con lo pretendidamente incorrecto, cuando solo fulge lo superficial de la mente de los muchos guionistas, que me los imagino alrededor de una mesa escribiendo mientras se pasan la cachimba, riéndose espasmódicamente con sus propios chistes cual Beavis & Butthead. Todo esto hace que la película caiga en un barrizal de vulgaridad, donde el mal gusto de la reiteración al infinitum del lenguaje obsceno se convierte en algo tedioso y jartible, ello en un microuniverso de seres sin chispa alguna, sin gracia, solo expresándose con groserías,

Tiene potencial la idea de emparejar las comidas con las etnias, y con ello hacer bromas, pero esto (como casi todo aquí) se estira hasta el hartazgo. Las salchichas son alemanas frankfurts, de ahí el nombre del protagonista Frank, este intenta ‘joder’ panecillos vieneses (si suena a parodia de lo que hicieron los nazis con Austria, no creo sea casual), el tequila es de cultura mexicana, hay comida germánica que se comporta como nazis, hay pan lavash que son árabes, este está en disputa constante con pan bagel hebreo (al final hay un giro gay chusco), hay paquetes de comida de referencia a nativos americanos; Hay incluso lugar para las parodias de películas, como la que se da tras un accidente, creando visualmente el escenario del desembarco de Normandía en “Salvar al soldado Ryan”, o con la inclusión de un personaje chicle que va en silla de ruedas y se comunica cual Stephen Hawking, referencia a “La teoría del todo”, o con un gag con este rol se da cabida a una sátira del T-1000 de “Terminator 2”; Hay un tramo gore en que se nos escenifica que cual caníbales los humanos devoran cual salvajes los alimentos, primeros planos de bocas masticando carne y verduras, esto puede ser divertido, pero como alegoría deja muchos que desear. Pues quiere decir que nuestra fe nos lleva cual mansos corderos al matadero, o que no deberíamos comer y morirnos de hambre. Y es que intentar encontrar un mensaje aquí resulta fachoso; Tiene persecuciones y batallas, siendo muy aparatosa la del clímax final, pero desprovista de ingenio, pues al final solo recordaras al Lavado Vaginal metiéndose en la bragueta de un dependiente y peleando a su vez con una salchicha que al intentar cogerla el dependiente parece se esté masturbando, algo tan tosco, que solo puede ser superado por la asquerosa y alargadísima orgía final, pura pornografía propia de mentes que no pasarían el control antidoping, más bien lo reventarían. Un devenir arrítmico, en el que apenas hay unos oasis con los que esbozar una sonrisa, pero en un tono general que va de lo bufo a lo inane, siendo su clima general el absurdo, donde algunas viñetas son aprovechables, pero la suma está exenta de vida inteligente. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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