Ante mí tengo la posibilidad de elegir: "Los siete samurais", de Akira Kurosawa, o su remake americano "Los siete magníficos", de John Sturges. Comparo la duración de cada una. La primera dura hora y veinte minutos más que el western. Lo reconozco, me asusto y más con el ritmo tan pausado del que a veces peca Kurosawa, por muy buen cineasta que pueda ser.
Una vez entrados en materia compruebo que, aparte del famosísimo tema principal de Elmer Bernstein, la película tiene algo. Es muy coral, con lo que resulta difícil quedarse con la interpretación de algún actor en concreto. Sin embargo, todos lo hacen bien. No me extraña que Sturges fichara después al trío McQueen, Coburn y Bronson para "La gran evasión".
Tal vez al principio carece de dinamismo y ese idealismo de los siete sólo queda reflejado en la estupenda escena en que Yul Brynner y Steve McQueen (que se llevaban a matar) desafían a los habitantes del pueblo para trasladar el cadáver del indio al cementerio.
No obstante, la película crece desde el momento en que los pistoleros enseñan a defenderse a los mexicanos y empatizan con ellos.
Mi nota: 7,8