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Voto de Deivid:
5
8.3
58,573
Drama
Principios del siglo XX. David Aaronson, un pobre chaval judío, conoce en los suburbios de Manhattan a Max, otro joven de origen hebreo dispuesto a llegar lejos por cualquier método. Entre ellos nace una gran amistad y, con otros colegas, forman una banda que prospera rápidamente, llegando a convertirse, en los tiempos de la Ley Seca (1920-1933), en unos importantes mafiosos. (FILMAFFINITY)
27 de junio de 2009
156 de 266 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leone, capaz de lo mejor y de lo peor.
La película parece grabada por dos equipos completamente distintos, uno encargado de las secuencias de la adolescencia de los protagonistas (lo mejor) y otro encargado de de la madurez y vejez de los mismos (lo peor).
La primera época más lograda que la segunda en multitud de sentidos.
(Ver spoiler)
La película parece grabada por dos equipos completamente distintos, uno encargado de las secuencias de la adolescencia de los protagonistas (lo mejor) y otro encargado de de la madurez y vejez de los mismos (lo peor).
La primera época más lograda que la segunda en multitud de sentidos.
(Ver spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Muy buen inicio, sólo con sonido. Da al espectador una sensación de encontrarse en los años 30 por la música que, difusamente, se escucha.
Hay ciertas escenas de gánster, sobre todo al principio, con trazos de spaghetti western, le quedan retazos de suspense y tipos duros de este género.
Es una película de principio desconcertante. El espectador intenta continuamente encontrar explicaciones a lo que ve y no lo consigue. La duración del sonido del teléfono es insoportable, finalmente explicada por la drogadicción del protagonista. Es una película opiácea al principio con muchos sonidos y muy poco diálogo.
En definitiva, la primera toma de contacto con la peli favorece el ego del director haciendo ininteligible toda la trama para aclararla al final de esta, excesivamente larga, película.
Pérdidas de foco: primer plano del expendedor de billetes.
Las idas y venidas en el tiempo son numerosísimas. Hay hasta 10 transiciones de época.
Publicidad de JB. Errores de continuidad.
Tras un barrido innecesario, primerísimo primer plano de los ojos de Noodles, excesivo en el tiempo, en el que en un primer momento transmite tristeza y después nada.
Escenas irrelevantes: el sindicalista que llega a político. Lápida del padre Samuel.
De nuevo, Leone juega con el espectador haciendo creer una transición al pasado pero en realidad no se mueve en el tiempo. Noodles conversa con Deborah en los camerinos de su teatro. Deborah está igual que hace 30 años. Leone muestra a Deborah en primer plano y no deja ver a Noodles hasta unos segundos después. Es entonces cuando el espectador sabe que sigue en los 60.
Leone pretende engañar al espectador (igual que Deborah a Noodles) de nuevo cuando el hijo de Deborah llama a la puerta de su camerino. Ella le indica que no entre y lo llama David (igual que Noodles, que se llama David Aaron), pero al ver al chico unos minutos después se ve que es idéntico a Max cuando era joven.
La muerte de Max es enigmática, igual que fue al principio con el cadáver quemado, se supone que se arroja a un camión de basura, pero no se ve su cadáver.
Termina la película en una felicidad falsa.
En resumen, transición y elipsis de años (las mejores secuencias están en los 20) pasando cíclicamente como en una serie numérica:
30 – 60 – 20 – 60 – 30 – 60 – 30 – 60 – 20 – 60 – 30.
Por último, los títulos de crédito. Jennifer Connelly sale casi al final, sin embargo su aparición es importante y es larga a lo largo de la película. Como comparativa, Joe Pesci apenas sale en un par de secuencias y ocupa el séptimo lugar en los títulos de crédito finales, y uno de los primeros en los iniciales. Estamos de acuerdo en que fue el debut en cine de esta actriz, pero es que sale incluso después del “adorable old man”. ¿Quién es éste?
Hay ciertas escenas de gánster, sobre todo al principio, con trazos de spaghetti western, le quedan retazos de suspense y tipos duros de este género.
Es una película de principio desconcertante. El espectador intenta continuamente encontrar explicaciones a lo que ve y no lo consigue. La duración del sonido del teléfono es insoportable, finalmente explicada por la drogadicción del protagonista. Es una película opiácea al principio con muchos sonidos y muy poco diálogo.
En definitiva, la primera toma de contacto con la peli favorece el ego del director haciendo ininteligible toda la trama para aclararla al final de esta, excesivamente larga, película.
Pérdidas de foco: primer plano del expendedor de billetes.
Las idas y venidas en el tiempo son numerosísimas. Hay hasta 10 transiciones de época.
Publicidad de JB. Errores de continuidad.
Tras un barrido innecesario, primerísimo primer plano de los ojos de Noodles, excesivo en el tiempo, en el que en un primer momento transmite tristeza y después nada.
Escenas irrelevantes: el sindicalista que llega a político. Lápida del padre Samuel.
De nuevo, Leone juega con el espectador haciendo creer una transición al pasado pero en realidad no se mueve en el tiempo. Noodles conversa con Deborah en los camerinos de su teatro. Deborah está igual que hace 30 años. Leone muestra a Deborah en primer plano y no deja ver a Noodles hasta unos segundos después. Es entonces cuando el espectador sabe que sigue en los 60.
Leone pretende engañar al espectador (igual que Deborah a Noodles) de nuevo cuando el hijo de Deborah llama a la puerta de su camerino. Ella le indica que no entre y lo llama David (igual que Noodles, que se llama David Aaron), pero al ver al chico unos minutos después se ve que es idéntico a Max cuando era joven.
La muerte de Max es enigmática, igual que fue al principio con el cadáver quemado, se supone que se arroja a un camión de basura, pero no se ve su cadáver.
Termina la película en una felicidad falsa.
En resumen, transición y elipsis de años (las mejores secuencias están en los 20) pasando cíclicamente como en una serie numérica:
30 – 60 – 20 – 60 – 30 – 60 – 30 – 60 – 20 – 60 – 30.
Por último, los títulos de crédito. Jennifer Connelly sale casi al final, sin embargo su aparición es importante y es larga a lo largo de la película. Como comparativa, Joe Pesci apenas sale en un par de secuencias y ocupa el séptimo lugar en los títulos de crédito finales, y uno de los primeros en los iniciales. Estamos de acuerdo en que fue el debut en cine de esta actriz, pero es que sale incluso después del “adorable old man”. ¿Quién es éste?