La película trata de un duro tema ya manido en el cine, lo cual es de inicio un hándicap, ya que por lo general los directores que tratan esta temática consideran que ya tienen media película hecha de por sí a consecuencia de la dureza y tragedia del tema en cuestión. Suelen ser películas oscuras y parcas en palabras, salvo en contadas excepciones.

En este caso se introduce la particularidad de centrar la trama en la vida y sentimientos de un prisionero al que se le encomienda un difícil trabajo simplemente remunerado con un trozo de pan y postergar un poco su ejecución. Original, pero insuficiente para tragarse 100 minutos de primeros planos con secuencias de fondo desenfocadas que sólo te permiten intuir qué sucede alrededor.

Señor Director: gracias por la sutileza empleada, pero me aburro. La próxima vez, consiga usted más presupuesto y desenfoque la cámara para que podamos asegurarnos de que las imágenes de fondo van con la película y no son partes aleatorias de películas como La Vida es Bella o Doraemon el Gato Mágico. Sólo así funcionaría. No te preocupes si sale algo de sangre. Lo soportaremos. Hazlo Laszlo.