Las últimas series que he visto tienen la tendencia de tratar a los jóvenes como expertos en el tema, y lo hacen todo el tiempo, dando la impresión de que los adolescentes son animales salvajes sobrehormonados. Claro, aquel que es virgen es el raro de la clase y lo tienen marginado, lo que a veces ejerce un poco de presión en los espectadores sobre este asunto. Como en "Física y Química", por poner un ejemplo.

Pero esta serie tiene un punto de vista un poco más realista. Es cierto que tienen relaciones, ya que si no lo hicieran no tendrían problemas en la cama y no necesitarían ir a la consulta. Pero son sus primeras experiencias y tienen dudas; nadie nace sabiéndolo todo. Aborda una gran variedad de problemas, y ninguno de ellos se trata como menos importante, ya que cada persona tiene los suyos, y estos influyen en sus vidas. Aborda los diferentes tipos de sexualidad. Aunque todavía hay una parte de la sociedad que no lo acepta, gran parte de ella sí lo hace. La virginidad es otro estado como cualquier otro; solo hay que esperar el momento y la persona adecuada, ya que añadir presión no ayuda en absoluto. Puede que haya incidido demasiado, pero es que este último punto no lo había visto antes en ninguna serie.

En definitiva, la serie es bastante entretenida. Ya era hora de ser más actual en este tema, alcanzar un cierto equilibrio y tratar las dudas que surgen en su desconocimiento con cierto respeto. Con el paso de las temporadas, aparecen nuevos problemas como la orientación sexual, la familia, el género, la transexualidad y los posibles problemas psicológicos que genera. Es cierto que la última temporada parece la utopía que Netflix quisiera que fuera el mundo en el que vivimos, pero a pesar de haberse alejado de la realidad, ha sabido concluir el viaje de sus personajes principales y darle un final adecuado a la serie.