Una familia que llega a la gran casa familiar, perseguida por no se sabe bien qué y con la necesidad de esconderse del mundo. Así comienza la película dirigida por Sergio G. Sánchez, protagonizada por los jóvenes George Mackay, Mia Goth, Charlie Heaton, Anya Taylor-Joy y Matthew Stagg. Tres hermanos muy unidos que se enfrentan a una tragedia familiar que jugará con la percepción del espectador de principio hasta casi el final del metraje. Una película con tintes originales que cae en los clichés propios de una película de tensión, pero que ofrece suficientes alicientes como para hipnotizar al espectador durante más de hora y media.

EL SECRETO DE MARROWBONE, en su afán por incluir subtramas, se queda corta en la mayoría, así que no sabemos bien si es una película de terror, thriller, amor o drama. Pierde fuerza cuando se pierde, pero recupera fuelle cuando retorna hacia lo más tenso e intrigante, que es la realidad de la familia y del secreto que esconde esa casa. Visualmente es potente, buena parte del éxito del filme se construye sobre ese trabajo, aunque cuesta empatizar con sus protagonistas, lo que hace que el espectador quizás se aleje emocionalmente de lo que pueda ocurrirles.

En definitiva, EL SECRETO DE MARROWBONE es efectiva, una película interesante que despierta intriga y sabe entretener. Podría haber sido más directa, obviar subtramas e incluso algún personaje, pero no se puede negar su potencia visual y el misterio que genera una familia recluida en esas cuatro paredes. Hasta el final de la película el espectador se mantiene pegado a la butaca, cosa que ya es mucho decir en una película. No os la perdáis.