La película no deja de pertenecer al promedio alto, pero aun así el planteamiento que hace, en en cual a los 7 años de haber sido padre/madre te digan que tu hijo no es tu hijo, sino el de otro y qué tu hijo auténtico está con el otro matrimonio. Sólo de pensarlo que me pasara, no puedo ni imaginar cómo actuaría o que decisión llegaría a tomar.

En el film han optado por una de las vías, centrándose en una de las familias, y creo que ahí radica el gran error, ya que la otra familia también tiene sus derechos, sus dramas e incluso lágrimas, porque un hijo es un hijo, lo hayas criado, lo hayas parido o te haya aparecido a los 7 años, el amor ahí está, al igual que la gran duda que genera en el corazón.

Si con algo me quedo de esta película es a los continuos por qué del niño a su padre y las nulas respuestas de un padre ante la caótica situación.

Solución, hay tantas como personas en el mundo, ¡gracias a Dios!