Una trama genial, llena de sorpresas, giros, guiños, atrapa al espectador de principio a fin. Está muy bien trabada y no se deja nada al azar. Paul Newman destaca por encima de todo el elenco en dura pugna con la magistral composición de Robert Shaw del millonario corrupto y engañado. Robert Redford completa brillantemente la terna, pero un extraordinario grupo de secundarios les dan réplica con interpretaciones auténticamente memorables. Inolvidable la partida de póquer en el tren con un Newman brillante ante el suspicaz Lonegan (Robert Shaw)