Película basada en hechos reales en donde se pone de manifiesto que el Gran Sueño Americano no es más que humo, en donde esos ideales vendidos a través de cintas de vídeo o de conferencias de tres al cuarto en donde un asiático arenga al público no son más que humo. Michael Bay nos muestra con una total sinceridad qué hay detrás de los dichosos "hacedores" que la sociedad americana (sociedad occidental, en general) parece estar clamando a gritos, dispuestos a despellejarse y profundizar en los infiernos con tal de obtener el beneplácito de los espectadores o de los vecinos. Y repito, lamentablemente, ésto está basado en una historia real.

Los actores, plenos potenciarios de la película en sí, están bastante bien. Ahí, los tres culturistas que creen fielmente en el fitness se ven inmersos en una espiral de degradantes actos, vergonzosos, patéticos, absurdos; una manera de cuadrar el esperpento de Valle-Inclán dentro de una historia moderna. Los personajes secundarios no dejan tampoco mucho que desear, con sus vidas de snobs inmersos en la artificialidad de esa sociedad que te devora si no consumes. En fin, un espectáculo coral bastante digno y que hacen creer que "Dolor y dinero" sea una de las grandes películas de este 2013.