Estamos sin duda ante una magistral película de Eastwood donde vuelve a demostrar que sabe dirigir una película. Aquí plantea una recreación de la guerra de Hiroshima y las hazañas de un grupo de soldados y una bandera que es alzada... En medio de todo esto se habla del valor, de la amistad, del sufrimiento, de la muerte, de la vida...

Es una película elaborada a modo de flasback, un uso continuado de flsback en el que los protagonistas van recreando aquellas situaciones que les cambiaron la vida. Creo que tiene un guión muy conseguido, una excelente banda sonora y por supuesto una buena mano directora. Aunque ciertamente a uno de los actores protagonistas, Ryan Phillippe, le faltaría un poco más de expresividad.

Es una película en la que se plantea el eterno tema de los vencedores y los vencidos, sobre la victoria artificial y la autentica victoria. Muy significativa resulta esa afirmación de “no hay héroes". Es una película donde se habla del tiempo, hoy somos triunfadores y mañana no somos nada, de cómo el tiempo acaba robándolo todo. En este sentido destacar todas las escenas finales del soldado indio, cuando ya no “es nadie”, y sin embargo aún lo reconocen, pero él se siente un perdedor.

Y también es una película llena de momentos maravillosos; ese desahogo del indio donde expresa su frustración, algunos rostros de los soldados agarrándose a la vida en sus momentos finales, la escena final de la playa... Y luego los otros momentos no tan agradables pero si muy bien conseguidos como son las escenas de batalla con una expresividad de hasta el último detalle... Como digo, Clint Eastwood ha vuelto a demostrar con esta película que sabe hacer cine.